El hostigamiento o acoso sexual es un tipo de violencia que tiene una connotación psicológica.

Así lo explica Gilberto Aldama, psicólogo clínico de la salud y sexólogo, al señalar que la persona, víctima de este comportamiento se siente con una minusvalía.

«Siente que la están faltando el respeto a lo establecido con otras personas y puede ser un jefe, compañero de trabajo».

Indica que la otra persona percibe que se le está faltando respeto con una connotación sexual que ha transgredido los límites establecidos en el proceso de socialización.

También por acoso sexual, se entiende que puede ser la extralimitación de un abrazo o beso en la mejilla, precisa Aldana.

«Lo que va más allá de las palabras, de menoscabar, de lo que puede ser descrito explícitamente».

Si hay un comentario subido de tono y si se mantiene en el tiempo, se podrá estar hablando de un acoso sexual dentro del ambiente laboral, detalla el especialista.

O si hay algún comportamiento que la persona no se sienta cómodo, es muy importante transmitirlo y determinarlo con el tiempo.

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Acoso sexual «se debe tener asertividad»

«Cuando sale de la asertividad es la forma de comunicación donde se respetan los derechos de la otra persona»

Pero también «me hago respetar mi propiedad. De hecho si algo a mí no me gusta de la otra persona, con el debido respeto debo decírselo y no generar silencio».

Afirma Aldana, que la persona no puede quedarse callada, pero tampoco ir al otro extremo: ser violento.

«Se debe decir: esto no me gusta, por favor no lo vuelvas a hacer», agrega el especialista.

Indica que la víctima guarda silencio, porque casi siempre el acoso sexual proviene del jefe o por la vergüenza de la otra persona.

Ante lo que aclara que algunos acosos puede ser por malos entendidos, por eso sugiere el Psicólogo, en primera instancia, colocar límites.

«Hay situaciones que se pueden resolver sin llegar al ámbito jurídico o legal. Pasa con el acoso a nivel general», indica Aldana.

«No porque sea tu jefe compañero de trabajo debes ocultar el malestar que sientes por un comentario o ante un toque».

Eso es lo que sucede cuando el acosador se siente con superioridad por encima la víctima, porque el otro le da pena responder o rechazar el acoso.

Particularmente, el venezolano, dice Aldana, tiene la característica de hablar con doble sentido y esto suele ser malinterpretado.

Ante lo que recomienda si se siente incómodo, manifestar que esto no está bien y si esto se mantiene en el tiempo hay que reclamarlo.

Denuncia

Si pasa a otro nivel más fuerte, el especialista recomienda hacer la denuncia pertinente.

«A veces ese proceso pasa por la atención psicológica que dependiendo de la particularidad del caso se le dan las herramientas y las estrategias».

La denuncia se puede formular al departamento jurídico del trabajo o la persona debería contemplar irse al espacio, dice Aldana.

«Porque a veces el acusador tiene un poder importante y lo que va a generar es un perjuicio, por eso lo mejor es retirarse».

Ante esto resalta que se debe buscar ayuda psicológica, «porque esta situación es bastante desagradable y esto puede generar un cuadro depresivo que puede llevar incluso al suicidio».

Gilberto Aldama, Psicólogo clínico de la salud y sexólogo, pone a disposición su cuenta @gilbertoaldana en Instagram para ampliar detalles de este y otros temas de interés.

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A tu salud…