Vacunas con fragmento ARN-mensajero no es nuevo, es un método que se emplea desde hace más de 40 años.
Explica el Epidemiólogo, José Félix Hoyo, experto en emergencias internacionales, al señalar que desde hace cuatro décadas se ha venido investigando sobre este mecanismo.
«El ARN-mensajero es prometedor para tratar enfermedades, y que ahora con la pandemia se aplica a gran escala».
Sostiene el especialista que todas las vacunas están basadas en diferentes mecanismos que se han utilizado, como vacuna del Ébola.
La cual tiene más de 6 años en el mercado y «no ha producido efectos secundarios en el corto y largo plazo. Las vacunas son seguras», afirma el Dr. Hoyo.
Refiere que las vacunas de ARN-mensajero son viables porque en tiempos de pandemia se tiene una población con millones de personas vacunadas.
ARN-mensajero garantiza protección
Con antídotos que no han dado efectos secundarios o graves todos, «los medicamentos y vacunas tienen posibles efectos secundarios».
Pero dice el Epidemiólogo que en este caso son tan escasos que incluso están por debajo de los efectos secundarios de un virus que afecta a millones de personas.
«Se puede estar seguro que las vacunas son eficaces porque previenen enfermedades graves y son seguras porque se llevan muchos casos», sostiene el especialista.
Sobre la población sanitaria que no quiere vacunarse, dice el Dr. Hoyo que probablemente exponen a otras personas a infectarse si estos contraen el covid-19.
Hace énfasis en la necesidad de alcanzar la inmunidad de rebaño, con cualquier tipo de vacuna avalada, bien sea a base de ARN-mensajero.
Porque la enfermedad del covid-19 puede dejar efectos secundarios graves a largo plazo y así como la alta incidencia de fallecidos.
«Incluso estando vacunados la persona puede contraer el virus, pero las probabilidades de contraer una enfermedad grave y que se supere es alta, además de evitar el agravamiento de enfermedades de base».
Detalla el Epidemiólogo que en este momento el covid-19 es la única enfermedad que la persona se debe aislar literalmente del mundo para evitar contagiar a otros.
En cuanto a los jóvenes, cuestiona que hayan relajado las medidas por creer que las vacunas protegen al 100%.
«Hay muchas personas jóvenes que tienen pérdida de audición, del gusto y tienen problemas respiratorios, además transmiten la enfermedad a otras personas», dice el Dr. Hoyo.
Destaca que las vacunas evitan que los virus invadan a las personas, sobre todo que bloquean la acción de mutar progresivamente, situación que pone en riesgo la vida con variantes como la Delta.
Con información de www.dw.com
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