Al masaje kobido se le conoce como el lifting de cara natural. Una terapia empleada desde los tiempos de las viejas emperatrices japonesas, que promete un rostro más joven y cuidado, sin tener que pasar por un quirófano. Kobido significa “antiguo camino de la belleza”.

¿Qué es el masaje facial japonés?

El masaje de rostro japonés es una terapia orientada en la relajación total de los músculos de la cara. A lo largo de los diversos pasos que tiene este procedimiento, un experto tiene que ir valorando cómo reacciona la piel a cada paso e irá utilizando diversas técnicas manuales; como pequeños toques, masajes simpáticos y digitopresiones.

El objetivo de esta terapia de 40 minutos, es propiciar la relajación de los músculos, contribuir a la generación de colágeno, y reoxigenar la piel.

Este masaje se le puede  hacer a hombres y mujeres desde los 16 años. La fuerza empleada a lo largo del masaje se decidirá de acuerdo al estado de la piel del paciente.

Como plus, además es un masaje terapéutico, que ayuda a combatir el estrés, puede prevenir la aparición de migrañas; como las migrañas tensionales. Es bueno para combatir el insomnio y aliviar el bruxismo y la tensión ATM.

Lee también… Henna para las cejas: Qué es, cómo usarlo y cómo aplicarlo

¿En qué consiste el masaje kobido?

El primer paso es limpiar la piel. Se utiliza un aceite natural que disuelva las impurezas, restos de maquillaje y la polución externa. Luego realizamos una exfoliación bastante suave para de esta forma eliminar la piel muerta. Esto permite que la epidermis logre ‘respirar’ a lo largo del procedimiento.

Después de retirar el exfoliante, aplicamos aceite de almendras o de sésamo, para realizar el masaje de la cara. El masaje es plenamente manual. Al finalizar el masaje se aplica una mascarilla según el tipo de piel del paciente y se deja actuar por unos 10 minutos. Una vez retirada, aplicamos un sérum y una crema hidratante con protección solar.

¿Cuáles son los resultados visibles?

Los pacientes se sorprenden de que una técnica manual que no usa rellenos dérmicos ni cremas concretas pueda llegar a mejorar claramente la textura de la piel. Los movimientos manuales que se realizan sobre el rostro eliminan las toxinas que envejecen la piel y producen desórdenes en el riego sanguíneo del rostro. Además, tiene un impacto flash ‘anti aging’, debido a que optimiza la pérdida de firmeza del óvalo de la cara.

masaje kobido
Imagen referencial: Kai Miano en Pixabay

Las cuatro fases del masaje kobido

  • Limpieza y drenaje. En esta primera parte, el experto comienza una pequeña sesión en la cara para llevar a cabo las zonas que va a trabajar. Luego, inicia el drenaje: presiona la piel y la arrastra hasta puntos concretos para remover las toxinas.
  • Estiramiento e iluminación. En esta etapa, aplica productos no cosméticos para facilitar los movimientos de fricción y deslizamiento; lo cual, de acuerdo con el especialista, ayuda a elevar la piel de la cara y recobrar su luminosidad. Esta parte es ideal para disimular las arrugas y las bolsas que salen debajo de los ojos.
  • Lifting japonés. Esta fase se hace a la vez que se incrementa la velocidad de los movimientos, sin crear dolor. El masaje se hace con la mayor rapidez, pero con mucho cariño. Si una persona siente, tras una sesión, como si le hubieran dado una paliza, es porque su terapeuta no sabe lo que está haciendo. Esto no debería provocar dolor. Las manos funcionan como máquinas sobre el rostro, sin ejercer una presión desmesurada, para oxigenar y emblandecer los surcos.
  • Final anti-estrés. La etapa final se basa en presionar los puntos de acupuntura que sirven para combatir el estrés. Si el paciente se muestra con un dolor que logre aliviarse con el masaje, como en el cuello por tensión acumulada, el masajista se concentrará en dicha región. El objetivo es mejorar la imagen y ayudar a mejorar la salud paralelamente.

Los beneficios más importantes del masaje kobido son:

  • Es un gran aliado de la belleza. Este masaje provoca que tu piel se vea más juvenil, disminuye las arrugas y la flacidez. Debido a su técnica, tonifica los músculos de la cara. También beneficia la expulsión de células muertas, por lo cual la piel se muestra más sana y receptiva a otros tratamientos de belleza o cremas. Este procedimiento ayuda a vernos mejor por dentro y por fuera, debido a que no solo optimiza nuestro aspecto físico, sino que además, al vernos tan favorecidas, se incrementa nuestra autoestima.
  • Ayuda a borrar las toxinas y bacterias que permanecen en las capas superficiales de la piel, ya que se incrementa la temperatura de la dermis y de esta forma se activa el sistema linfático.
  • Detiene el estrés debido a sus movimientos relajantes.
  • Ayuda a remover las contracturas y la tensión de los músculos de la cara, con lo cual se optimiza la irrigación de sangre; y por consiguiente, se aportan nutrientes a las células de la piel para que se reparen por sí solas.
  • Gracias a su rapidez y el ritmo con el que se realiza esta técnica, se estimula el sistema nervioso, por lo que tonifica y equilibra el flujo energético del rostro.

Fuente: mejorconsalud

Imagen destacada: pressfoto – www.freepik.es

A tu salud…