«Con los antibióticos las bacterias son más solidarias que los humanos, aprenden a ser resistentes y comparten la información con sus vecinos».
Así lo asegura el Dr. Manuel Guzmán Blanco, Infectólogo del Hospital Vargas, coordinador del Programa Venezolano de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (Provenra).
Refiere que los antibióticos aprenden a ser resistentes, así como “sus hijas y a las bacterias que están cerca por un mecanismo genético de transmisión”.
Alerta el especialista que hay una pandemia silenciosa a la resistencia de las bacterias y de otros organismos como hongos.
“Que se han hecho resistentes a los medicamentos que utilizamos, para controlarlos y que tienen bastante tiempo”, dice el Dr. Guzmán Blanco.
Pero algunos autores estiman que de aquí a 20 años, es posible que una simple infección en el brazo o en la pierna pueda generar el antibiótico resistencia a una bacteria.
“Que no va a responder prácticamente a ningún antibiótico”.
Antibióticos son evaluados de acuerdo a su efectividad
Relata que desde hace 20 años los hospitales en las unidades de atención de enfermos tienen un sistema que les permite saber “si los antibióticos que usamos tradicionalmente siguen siendo efectivos o no contra las bacterias”.
Sobre todo, las que más comúnmente causan infecciones, tanto en el ambiente ambulatorio como la bacteria que causa infección intestinal en la orina o la piel.
Porque puede pasar con los pacientes hospitalizados que adquieren bacterias más agresivas y resistentes, asegura el Infectólogo.
«Se recoge información que se genera todos los días en los hospitales y laboratorios de microbiología».
Señala que cuando un paciente acude al médico a hacerse un cultivo, se debe verificar que la bacteria no inhiba los antibióticos.
Afirma que esta data debe estar en libros de controles médicos, tanto en hospitales públicos como privados.
Para ser analizados y conservar una base de datos, cuya información se pueda consultar en la red.
Permitiéndole a los interesados, microbiólogos, analistas, farmaceutas y población general, tener acceso sobre cuáles son las principales bacterias resistentes a los antibióticos.
Precisa que el programa Provenra, empezó en el año 1.988 y en toda la industria farmacéutica, pero con el retiro de las multinacionales, «nos quedamos en el aire».
Sostiene que en la actualidad se tiene de nuevo la posibilidad de recabar datos en la red para acumular información.
«Las bacterias busca la manera de sobrevivir, es una lucha de supervivencia y desarrollo«, asegura el Dr. Guzmán Blanco.
Actúan genéticamente
Para lo cual usan mecanismos de movilidad genéticos que les permiten transformarse ligeramente y suficientemente para que el antibiótico no actúe.
Cuyo mecanismo de sobrevivencia y de solidaridad es transmitir información.
«Es un crédito para las bacterias, que se defienden contra un agresor que son los antibióticos», resalta el Infectólogo.
Por lo que hace énfasis el especialista que los médicos que prescriben antibióticos sobre todo los de más tiempo, es necesario que sean usados para infecciones particulares.
Cuestiona que la población abuse de los antibióticos como la azitromicina y levofloxacina, que en el caso del covid-19, afirma «no le hace nada el virus».
Y agrega que realmente se contribuye que se formen bacterias resistentes en la garganta y en el intestino.
La obligatoriedad para los pacientes es tener el récipe médico que permita comprar antibióticos, «es una norma correcta que deben insistir los farmaceutas».
Por lo que refiere que los pacientes deben usar estos medicamentos durante un tiempo y dosis adecuadas, además de evitar la automedicación.
«Han surgido nuevos antibióticos capaz de luchar contra las súper bacterias, pero si se usan mal se pierden en el poco tiempo», acota el Dr. Guzmán Blanco.
El Dr. Manuel Guzmán Blanco, Infectólogo del Hospital Vargas, pone a disposición la cuenta @laboratoriobehrens en Instagram para ampliar detalles de este y otros temas de interés.
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