El personal sanitario que ha estado frente a la pandemia del covid-19, ahora se enfrenta a una batalla más grande: el estrés postraumático.

En el Hospital Central de Madrid, el pabellón para enfermos por coronavirus parece haber recuperado la calma, que se desconocía desde hace más de un año.

En la actualidad, el día a día es más llevadero para los médicos internistas; quienes han vivido la peor parte de la pandemia, porque la experiencia que les ha marcado.

«Lloramos por todas las esquinas, no podía ver nada relacionado al covid-19, era devastador escuchar entre febrero y marzo, más de 400 muertos al día», es el relato de una enfermera.

Recuerda que el personal sanitario estaba muy sensibilizado, porque «lógicamente para ellos no eran números, se trataban de personas y familias que perdían la vida en simultáneo».

Desde entonces, han pasado meses y mucho de este personal de la salud ha dejado de ver a sus familiares para evitar contagiarlos.

«Nadie fuera del entorno puede realmente entender lo que se vivió desde adentro, no se ha contado ni siquiera la cuarta parte».

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Personal sanitario de Madrid afirma que experiencia fue traumática

Muchos sanitarios de Madrid comparten esta visión y todo lo que experimentaron fue muy traumático.

Los primeros estudios revelan que al menos el 40% de los profesionales médicos necesita apoyo psicológico.

Y algunos expertos aseguran que la próxima pandemia global será la que afecta la salud mental, por el estrés postraumático del covid-19.

Al menos 500 de los 8.500 profesionales necesitan ayuda y apoyo psiquiátricos, por lo que se han creado grupos específicos de apoyo.

Según lo que han narrado los psiquiatras del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, hay grupos médicos confirmado por médicos, enfermeros y auxiliar psicólogo.

«Hablan de cosas que les preocupaba, entre la frustración de no poder hacer aquello que se sabía normal», afirma uno de los jefes de psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón.

Señalan que el desconocimiento ha dejado una enorme cicatriz y mella en los profesionales sanitarios.

Una enfermera dejó su empleo de terapeuta porque contrajo coronavirus y volvió a trabajar en la unidad de cuidados intensivos.

A pesar de sufrir tiempo prolongado, trabajando horas seguidas, por lo menos dos días.

 «Sin tener apoyo ibas al trabajo a llorar y me encontraba a mis compañeros llorando en varias áreas del hospital».

Algunos respaldan ahora el proceso de vacunación, las cuales dicen son la mejor opción para salir de la pandemia y dejar libre las camas en la UCI.

Con información de www.dw.com

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