En América Latina se aplican tres vacunas chinas, las más demandadas por el continente suramericano.
Y es que China es el principal proveedor de vacunas para Latinoamérica, por proveer antídotos que se utilizan en una decena de países la región.
Las tres vacunas chinas son de diferentes laboratorios: Coronavac, producida por SinoVac; es en Chile donde más se utiliza esta vacuna.
En el 90% de las inmunizaciones, de acuerdo a los datos alentadores sobre su eficacia.
Especialistas afirman que estos antídotos efectivamente logran prevenir la enfermedad causada por el coronavirus, lo que se ve como una oportunidad para prevenir el covid-19.
Que no solamente puede causar enfermedad, debilitar el organismo, afectar la calidad de vida y llevar a la muerte.
Otra de las vacunas chinas más comercializadas en Latinoamérica, es la CanSino Biologics, que se expende con el nombre de Convidecia.
Y la Sinopharm, también llamada Vero cell.
Vacunas chinas cuentan con aval de países latinoamericanos
Las tres cuentan con aprobación de las autoridades chinas y de varios países latinoamericanos, que les han dado luz verde de emergencia.
Según una empresa que recopila datos de distribución de vacunas a nivel global, de las tres vacunas, Sinopharm ha llegado a Bolivia Argentina, Perú, Venezuela y México.
Pero con diferencia en la de distribución más extendida, la Coronavac por ser de una reconocida farmacéutica, SinoVac ha llegado a 10 millones de latinoamericanos.
En El Salvador, México, República Dominicana, Colombia, Ecuador Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
Las comercializadoras chinas exigen a los gobiernos que no hagan públicos los precios de las dosis.
Según reportes estatal de China, tanto Sinopharm como SinoVac cuestan $30 por dosis.
Estas tres vacunas chinas se mantienen entre 2 y 8 grados en un refrigerador normal.
Varios expertos han señalado que esta característica se adapta bien a los países en desarrollo, pero no todos utilizan la misma técnica inmunización.
El antídoto de CanSino es una vacuna de vector viral como la vacuna rusa Sputnik-V.
Que utiliza un adenovirus para transportar un segmento activo del coronavirus.
La proteína de espiga es clave para entrar en nuestras células para que el sistema inmune genere anticuerpos; esa es una de las ventajas de estas vacunas.
La cual se administra con una sola dosis, a diferencia de las otras dos de la Sinopharm y SinoVac; que comparten la misma técnica que el método tradicional de vacunación, material genético desactivado del virus para generar inmunidad.
Material genético desactivado
Estudios en Brasil y Chile, donde ha sido aplicada a millones de personas estas vacunas chinas, dicen que han permitido conocer más detalles de la efectividad de la vacuna SinoVac que es la más usada como es el caso de Brasil.
Según un anuncio el porcentaje de efectividad de la vacuna para prevenir la enfermedad es de 50,38%.
Por encima del mínimo del 50% para recomendar una vacuna la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La vacuna Coronavac fue efectiva en 100% para prevenir casos graves, y 78% eficaces para prevenir síntomas leves o necesidad de atención ambulatoria, según el estudio brasileño
De modo que millones de personas en América Latina han sido vacunadas con estos antídotos chinos.
Cuyos estudios han revelado que en 14 días la segunda dosis de la vacuna era 67% eficaz para prevenir los síntomas, 85% eficaz para prevenir hospitalización en UCI y 80% para prevenir la muerte.
Con una sola dosis de la clasificación de hospitalización, el ingreso a la UCI y muertes se redujeron en casos a la mitad.
Mientras que la vacuna Sinopharm alcanza una efectividad de 79% para prevenir la enfermedad.
Con información de www.bbc.com/mundo
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