Cada 30 de enero, el mundo conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), una fecha crucial para crear conciencia sobre un grupo de afecciones que, a pesar de su impacto significativo en la salud global, a menudo permanecen en la sombra. La doctora Patricia Valenzuela, destacada internista e infectóloga y presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, nos acompaña en este recorrido para entender la relevancia de estas enfermedades y los esfuerzos necesarios para combatirlas.
Las ETD abarcan un conjunto diverso de enfermedades infecciosas, causadas por virus, bacterias, parásitos, hongos e incluso toxinas. Estas enfermedades tienen un denominador común: afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables, aquellas que residen en zonas tropicales y subtropicales, a menudo sumidas en la pobreza y con acceso limitado a servicios de salud esenciales.
Imagen de Cor Gaasbeek en Pixabay
Algunas de las enfermedades tropicales desatendidas más comunes:
- Leishmaniasis
- Chagas
- Oncocercosis
- Filariasis linfática
- Tracoma
- Lepra
- Esquistosomiasis
- Rabia
- Dengue
- Zika
- Chikungunya
- Envenenamiento por mordedura de serpiente
El desafío de la atención y la acción global
A pesar de la magnitud del problema, las ETD han sido históricamente «desatendidas» en términos de investigación, financiamiento y atención política. Esta falta de visibilidad ha obstaculizado el desarrollo de herramientas de diagnóstico y tratamiento innovadoras, así como la implementación de programas de control y prevención efectivos.
Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de un cambio positivo. La comunidad global ha comenzado a reconocer la importancia de abordar las ETD como un desafío de salud pública global. Se han establecido alianzas estratégicas, se han movilizado recursos y se han logrado avances significativos en la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas.
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Un llamado a la acción: El futuro de la lucha contra las ETD
A pesar de los avances, la lucha contra las ETD está lejos de haber terminado. Persisten desafíos importantes, como la necesidad de fortalecer los sistemas de salud en las zonas afectadas, mejorar el acceso a diagnóstico y tratamiento, y garantizar la sostenibilidad de los programas de control y prevención.
En este Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas, es crucial que redoblemos nuestros esfuerzos. Necesitamos un compromiso renovado de todos los actores involucrados: gobiernos, organizaciones internacionales, sector privado y sociedad civil. Juntos, podemos construir un futuro donde las ETD ya no sean una amenaza para la salud y el bienestar de las personas.
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