Todos tenemos pequeños gestos o manías, pero algunos hábitos comunes, como morderse las uñas y apretar los granos, pueden acarrear riesgos inesperados para nuestra salud. Lo que a menudo parece una simple reacción al estrés o una solución rápida, puede convertirse en una fuente de problemas físicos y, en ocasiones, emocionales.
Es fundamental comprender las consecuencias ocultas de estas prácticas para proteger nuestro bienestar. A continuación, analicemos con detenimiento estos hábitos nocivos que pueden afectar tu salud. Imagen superior de Israel Torres en Pexels.

Morderse las Uñas (Onicofagia): Más Allá de la Estética
Daño a las uñas y los dedos
El acto repetitivo de morder debilita las uñas, las deforma y puede causar microtraumatismos en el lecho ungueal, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Puede llevar a que las uñas crezcan de forma irregular, se debiliten o incluso se pierdan permanentemente. La piel alrededor de la uña (cutículas) también se daña, lo que facilita la entrada de patógenos.
Infecciones bacterianas y fúngicas
Las manos y, especialmente, las uñas albergan numerosas bacterias y hongos. Al morderse las uñas, estas bacterias y hongos (como Candida o estafilococos) pueden transferirse fácilmente a la boca, causando infecciones orales o gastrointestinales. Inversamente, las bacterias de la boca pueden ingresar a las heridas abiertas alrededor de las uñas. Esto provoca infecciones como la paroniquia (inflamación e infección alrededor de la uña). Esta inflamación puede ser muy dolorosa y requerir tratamiento médico, incluso drenaje quirúrgico en casos severos.
Problemas dentales
La onicofagia crónica puede tener un impacto negativo en la salud bucal. Puede causar desgaste del esmalte dental, fracturas o astillamiento de los dientes (especialmente los incisivos), desplazamiento de los dientes (maloclusión) y problemas en la articulación temporomandibular (ATM). Esto se manifiesta con dolor en la mandíbula o dificultad para abrir y cerrar la boca.
Enfermedades gastrointestinales
La ingestión de bacterias y suciedad acumulada debajo de las uñas puede aumentar el riesgo de infecciones gastrointestinales, como la diarrea o la gastroenteritis, causadas por bacterias como E. coli o Salmonella.
Mayor riesgo de bruxismo
Algunas investigaciones sugieren una asociación entre morderse las uñas y el bruxismo (rechinamiento o apretamiento de los dientes) Esto agrava los problemas dentales y de la ATM.
Problemas psicológicos y sociales
Aunque no es un riesgo directo para la salud física, la vergüenza, el estrés y la ansiedad asociados con las uñas dañadas pueden afectar la autoestima y las interacciones sociales. A menudo, la onicofagia es un mecanismo de afrontamiento ante el estrés o la ansiedad.
Riesgos para la Salud de Apretar los Granos (Excoriación)
Apretar, pellizcar o rascar los granos de acné, espinillas o cualquier imperfección cutánea, conocido como excoriación cutánea o «skin picking», es un hábito muy común. Sin embargo, puede tener consecuencias graves para la salud de la piel y el bienestar general.

Cicatrices permanentes
Este es uno de los riesgos más significativos. Manipular los granos puede dañar el tejido cutáneo circundante, lo que lleva a la formación de cicatrices atróficas (depresiones en la piel) o cicatrices hipertróficas/queloides (elevadas y engrosadas), que son mucho más difíciles de tratar que el acné original.
Infecciones cutáneas
Las manos, y especialmente las uñas, son una fuente de bacterias. Al apretar un grano, se rompe la barrera protectora de la piel, permitiendo que estas bacterias, o incluso las presentes en la misma lesión, penetren más profundamente. Esto puede provocar una infección secundaria, empeorando el grano, causando celulitis (una infección bacteriana grave de la piel) o incluso forúnculos.

Extensión del acné
La manipulación puede empujar el contenido del grano (sebo, células muertas, bacterias) más profundamente en la piel o propagarlo a las áreas circundantes. Esto puede causar más inflamación, la formación de nuevos granos o el empeoramiento de las lesiones existentes.
Hiperpigmentación post-inflamatoria (manchas oscuras)
Apretar o pellizcar los granos causa una inflamación adicional en la piel. Como respuesta a esta inflamación y trauma, la piel puede producir un exceso de melanina, dejando manchas oscuras persistentes que pueden tardar meses o incluso años en desaparecer. Estas manchas son especialmente comunes en pieles más oscuras.
Dolor e inflamación: La manipulación constante de las lesiones irrita la piel, causando dolor, enrojecimiento, hinchazón y una mayor sensibilidad en la zona afectada.
Dermatitis y empeoramiento de otras condiciones: La excoriación puede agravar condiciones preexistentes de la piel o incluso inducir dermatitis por irritación.
Impacto psicológico: Al igual que la onicofagia, la excoriación puede ser un comportamiento compulsivo y una forma de afrontamiento ante el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. La vergüenza por las lesiones y cicatrices resultantes puede llevar a un ciclo de ansiedad, más pellizcos y mayor angustia, afectando seriamente la autoestima y la calidad de vida.
Rompiendo el Ciclo: Consejos Generales
Para ambos hábitos, reconocer el comportamiento es el primer paso. Si estos hábitos son compulsivos, afectan tu salud física o tu bienestar emocional, buscar ayuda profesional de un dermatólogo, un dentista o un psicólogo puede ser muy beneficioso.
Un terapeuta puede ayudar a identificar los desencadenantes y desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.
Los hábitos de morderse las uñas (onicofagia) y apretarse los granos son muy comunes, pero a menudo subestimamos los riesgos para la salud que conllevan. Ambos comportamientos, aunque parecen triviales, pueden tener consecuencias significativas a nivel físico y, a veces, incluso psicológico.
Información relacionada en SaberVivir
Somos A tu salud… Salud por todos los medios ¡Síguenos por nuestras redes sociales…!

