Las náuseas son una molestia que, aunque no tan frecuente como los sofocos, puede ser bastante perturbadora y generar confusión. A menudo se asocian más con el embarazo o problemas gastrointestinales. Entender la conexión entre las fluctuaciones hormonales de la menopausia y la aparición de las náuseas es el primer paso para su manejo
Náuseas en la Menopausia | Imagen superior de Pavel Danilyuk en Pexels
La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer. Está marcada por el cese permanente de la menstruación y el final de la capacidad reproductiva. Es un proceso biológico que suele ocurrir entre los 45 y los 55 años, aunque la edad puede variar. Si bien los sofocos, los sudores nocturnos, los cambios de humor y las alteraciones del sueño son síntomas ampliamente reconocidos y esperados durante este periodo, existen otras manifestaciones menos discutidas que pueden afectar significativamente la calidad de vida de las mujeres.
Los Cambios Hormonales y su Vínculo con las Náuseas
La principal causa de los síntomas menopáusicos es la fluctuación y eventual disminución de los niveles de hormonas sexuales, principalmente estrógenos y, en menor medida, progesterona. El cuerpo de la mujer experimenta una montaña rusa hormonal durante la perimenopausia (el periodo de transición previo a la menopausia) antes de que los niveles se estabilicen en un punto más bajo. Son estas fluctuaciones erráticas las que pueden desencadenar una serie de síntomas.

En el caso específico de las náuseas, la relación con las hormonas se cree similar a la que ocurre durante el embarazo o con el uso de anticonceptivos orales. Allí, los cambios hormonales se conocen por causar malestar estomacal. Los estrógenos tienen una influencia directa en el sistema gastrointestinal. Pueden afectar la motilidad gástrica, es decir, la velocidad a la que el estómago vacía su contenido. Además, pueden influir en los centros del vómito en el cerebro.
Cuando los niveles de estrógeno suben y bajan de forma impredecible, esta inestabilidad puede provocar una serie de síntomas digestivos, incluyendo náuseas, indigestión, hinchazón y, ocasionalmente, diarrea o estreñimiento. Algunas mujeres pueden experimentar las náuseas junto con sofocos o sudores nocturnos, mientras que otras pueden sentirlas de forma aislada.
La sensibilidad individual a estos cambios hormonales también juega un papel crucial; no todas las mujeres experimentarán náuseas durante la menopausia, y la intensidad puede variar significativamente. Además de las hormonas, el estrés y la ansiedad, que son comunes durante la menopausia, también pueden exacerbar los problemas digestivos.
Manejo y Estrategias para Aliviar las Náuseas Menopáusicas
El manejo de las náuseas en la menopausia implica una combinación de estrategias que van desde ajustes en el estilo de vida hasta, en algunos casos, intervenciones médicas. Dado que las náuseas pueden ser un síntoma de otras condiciones, siempre es recomendable consultar a un médico para descartar otras causas y confirmar que están relacionadas con la menopausia.
Una vez confirmada la causa menopáusica, se pueden considerar las siguientes medidas:
- Modificaciones en la dieta:
- Comer pequeñas porciones con frecuencia: Evitar comidas abundantes que puedan sobrecargar el estómago. Optar por cinco o seis comidas pequeñas al día.
- Elegir alimentos suaves: Incluir alimentos blandos y de fácil digestión como arroz, tostadas, puré de manzana, plátanos, galletas saladas.
- Evitar alimentos desencadenantes: Limitar o evitar comidas grasosas, picantes, muy condimentadas, muy dulces o con olores fuertes que puedan agravar las náuseas.
- Hidratación: Beber líquidos entre comidas en lugar de con ellas para evitar la sensación de plenitud. El agua fría, el té de jengibre o menta pueden ser reconfortantes.

Otras medidas a considerar
Es interesante considerar algunas medidas para disminuir los síntomas relacionados con las náuseas, a saber:
- Manejo del estrés: Dado que el estrés puede empeorar las náuseas, técnicas como la meditación, el yoga, la respiración profunda, la atención plena (mindfulness) y otras formas de relajación pueden ser muy beneficiosas.
- Actividad física regular: El ejercicio moderado puede ayudar a regular las hormonas, mejorar la digestión y reducir el estrés, lo que indirectamente puede aliviar las náuseas.
- Jengibre: El jengibre es un remedio natural conocido por sus propiedades antieméticas. Se puede consumir en té, caramelos de jengibre o en forma de suplemento (previa consulta médica).
- Acupresión: Algunas mujeres encuentran alivio aplicando presión en el punto P6 (Neiguan) en la muñeca, un punto comúnmente utilizado para las náuseas.
- Terapia de reemplazo hormonal (TRH): En casos donde las náuseas son severas y otros síntomas menopáusicos son muy disruptivos, el médico puede considerar la TRH. Al estabilizar los niveles hormonales, la TRH puede aliviar las náuseas junto con otros síntomas vasomotores y de humor. Sin embargo, la TRH tiene sus propias consideraciones y riesgos, por lo que su uso debe ser cuidadosamente evaluado con un profesional de la salud.
Reconocer las náuseas como un síntoma potencial de la menopausia es importante para buscar el apoyo adecuado y encontrar estrategias que permitan a las mujeres atravesar esta etapa con mayor comodidad y bienestar.
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