El dengue es un problema de salud global que afecta a miles de millones de personas. Según el epidemiólogo Rafael Orihuela, este virus ha ganado terreno en las últimas décadas, en parte por la incapacidad de la ciencia para erradicar el mosquito transmisor, el Aedes aegypti. La falta de control ha provocado que el número de casos se dispare en todo el mundo, con brotes que pueden acumular cientos de miles de contagios en cuestión de meses.

La lucha contra el dengue es constante y requiere de tu atención. Aunque a menudo se confunde con una gripe común, el dengue tiene características muy particulares que te permiten identificarlo y buscar ayuda a tiempo. Reconocer los síntomas y entender el riesgo es el primer paso para protegerte y evitar complicaciones.

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Síntomas clave para reconocer el dengue

A diferencia de otras enfermedades, el dengue tiene signos que te alertan. Si bien la mayoría de los casos son leves, debes estar atento a los síntomas para un diagnóstico preciso.

  • Fiebre alta: Un aumento repentino de la temperatura corporal, a menudo acompañado de malestar general.
  • Dolor retro-ocular: Un dolor distintivo detrás de los ojos, que se agudiza con el movimiento.
  • Picazón: La sensación de picor en las palmas de las manos y las plantas de los pies, que puede aparecer al tercer o cuarto día de la infección.

Más allá del dengue clásico

Un primer episodio de dengue puede parecer una gripe fuerte, pero el riesgo aumenta con una segunda infección. El doctor Orihuela señala que un segundo contagio con un serotipo diferente del virus puede provocar una respuesta explosiva en tu cuerpo, llevando a la forma más grave de la enfermedad: el dengue hemorrágico.

Este tipo de dengue es mucho más peligroso y, en el pasado, tenía una mortalidad muy alta. Por eso, es vital que te mantengas alerta si ya has tenido la enfermedad. Al mismo tiempo, el epidemiólogo te recuerda que otros virus transmitidos por el mismo mosquito, como el chikungunya, causan un dolor articular intenso, mientras que el zika está asociado con defectos de nacimiento.

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El rol de la prevención y el tratamiento

Dado que no existe una forma de erradicar por completo los mosquitos, la mejor defensa contra el dengue es la prevención individual. El tratamiento para el dengue es principalmente para controlar los síntomas, por lo que debes buscar atención médica de inmediato. Un examen para medir la cantidad de plaquetas es crucial, ya que un bajo conteo aumenta el riesgo de una hemorragia.

Aunque ya existen vacunas, el especialista señala que no son tan efectivas como las de otras enfermedades. Por ello, la vigilancia y la conciencia son tus mejores herramientas. Evitar los criaderos de mosquitos en tu hogar y estar al tanto de los síntomas te mantendrá protegido.