En el mundo de la belleza, las pestañas largas y voluminosas son, sin duda, uno de los atributos más deseados. Si bien el mercado está saturado de máscaras de pestañas, serums de crecimiento costosos y extensiones artificiales, la naturaleza nos ofrece una solución clásica, accesible y sorprendentemente efectiva: el aceite de almendras dulces.

Este elixir dorado no es solo un hidratante para la piel; es un potente acondicionador que puede transformar la salud de tus pestañas. A continuación, desglosamos todo lo que necesitas saber sobre cómo utilizarlo correctamente para potenciar el crecimiento y la fortaleza de tu mirada.

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¿Por qué funciona el aceite de almendras?

Antes de aplicarlo, es importante entender qué hace que este aceite sea tan especial. El aceite de almendras (específicamente la variedad de almendras dulces) es rico en nutrientes esenciales que benefician directamente al folículo piloso y a la estructura del pelo:

  • Vitamina E: Un poderoso antioxidante que protege el pelo del estrés ambiental y los rayos UV, evitando que las pestañas se debiliten y se caigan prematuramente.
  • Ácidos grasos: Actúan como emolientes supremos, bloqueando la humedad dentro de la pestaña para mantenerla hidratada y flexible.
  • Magnesio y calcio: Minerales vitales para el crecimiento capilar. La deficiencia de magnesio, de hecho, suele estar vinculada a la caída del cabello.

Importante: El aceite de almendras no «crea» folículos nuevos donde no los hay, pero evita la rotura. Al fortalecer la pestaña y nutrirla, permite que esta complete su ciclo de crecimiento natural sin quebrarse antes de tiempo, lo que resulta en unas pestañas visiblemente más largas y tupidas.

Paso a paso: La rutina nocturna ideal

Para obtener resultados reales, la constancia es clave. Se recomienda realizar este tratamiento todas las noches antes de dormir. Sigue estos pasos para una aplicación segura y efectiva:

1. La limpieza es fundamental

Nunca apliques el aceite sobre pestañas con maquillaje. El rímel endurece las pestañas y, si añades aceite encima, puedes obstruir los folículos, causando orzuelos o irritación.

Tip: Usa un desmaquillante bifásico o agua micelar para dejar tus ojos completamente limpios y sécalos suavemente.

2. Elige la herramienta correcta

Para aplicar el aceite, tienes tres opciones principales:

  • Un cepillo de rímel limpio (goupillon): Esta es la mejor opción. Puedes lavar un cepillo de una máscara vieja o comprar desechables. Asegura que el aceite cubra cada pelo de raíz a punta.
  • Un hisopo de algodón (bastoncillo): Ideal para aplicar el aceite específicamente en la línea de la raíz (donde nace la pestaña).
  • La yema de los dedos: Si tienes las manos impecablemente limpias, puedes masajear una gota suavemente, aunque es menos preciso.

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3. Aplicación

Sumerge el cepillo en el aceite de almendras y retira el exceso. No necesitas que gotee; una capa fina es suficiente.

  • Cierra el ojo suavemente.
  • Aplica el aceite desde la raíz hasta las puntas, haciendo un movimiento de zig-zag, igual que si te pusieras rímel.
  • Ten mucho cuidado de que el aceite no entre directamente en el globo ocular, ya que podría nublarte la vista temporalmente (aunque no suele arder, es molesto).

4. Déjalo actuar

El aceite de almendras es un tratamiento de absorción lenta. Déjalo actuar durante toda la noche mientras duermes. Por la mañana, simplemente lava tu rostro como de costumbre.

¿Qué tipo de aceite comprar?

No todos los aceites son iguales. Para uso cosmético en una zona tan delicada como los ojos, debes buscar una etiqueta que diga:

  1. Aceite de almendras dulces (prunus amygdalus dulcis). Evita el aceite de almendras amargas, que es un aceite esencial y puede ser tóxico o irritante.
  2. Prensado en frío: Esto garantiza que el calor no haya destruido las vitaminas y nutrientes durante la extracción.
  3. 100% puro o virgen: Sin añadidos de perfumes, alcoholes o parabenos.

Precauciones y consejos finales

Aunque es un producto natural, siempre existen precauciones a considerar:

  • Prueba de alergia: Antes de usarlo en los ojos, aplica una gota en la parte interior de tu muñeca o detrás de la oreja y espera 24 horas para asegurarte de que no tienes reacción alérgica a los frutos secos.
  • Resultados: No es magia instantánea. El ciclo de vida de una pestaña es de aproximadamente 3 a 4 meses. Deberías empezar a notar cambios significativos en el brillo y la resistencia tras 4 semanas de uso continuo.
  • Higiene: Lava tu cepillo aplicador al menos una vez a la semana con agua tibia y jabón para evitar la acumulación de bacterias.

Integrar el aceite de almendras en tu rutina de belleza es un gesto pequeño de autocuidado que, con paciencia, te regalará una mirada más despierta, saludable y, naturalmente, impactante.

Fuente: glamour

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