El embarazo es una etapa de inmensos cambios físicos y emocionales. Mientras tu cuerpo trabaja arduamente para crear una nueva vida, tus hormonas (especialmente el estrógeno y la progesterona) fluctúan drásticamente. Estos cambios hormonales tienen un impacto directo en la piel: algunas mujeres experimentan el famoso «brillo del embarazo» (pregnancy glow), mientras que otras enfrentan acné repentino, sequedad extrema o hiperpigmentación.
Además de los cambios estéticos, el embarazo conlleva la responsabilidad de revisar los productos que aplicamos sobre nuestra piel, ya que ciertos ingredientes pueden absorberse en el torrente sanguíneo y afectar al desarrollo del bebé.
A continuación, presentamos una guía exhaustiva para navegar el mundo del skincare durante esta etapa, priorizando la seguridad sin sacrificar el cuidado personal.

1. Ingredientes a evitar
Lo primero que debes hacer al enterarte de tu embarazo es auditar tu estante de cosméticos. Aunque la mayoría de los productos de venta libre son seguros, existen ingredientes específicos que los dermatólogos y obstetras recomiendan suspender inmediatamente:
- Retinoides (vitamina A): Ya sea en forma de retinol, retinaldehído, adapaleno o tretinoína (con receta), los derivados de la vitamina A están contraindicados. Se ha comprobado que altas dosis de vitamina A pueden causar defectos congénitos. Aunque la absorción tópica es baja, el riesgo es suficiente para evitarlo por completo.
- Hidroquinona: Comúnmente utilizada para aclarar manchas, tiene una tasa de absorción sistémica relativamente alta (hasta un 45%), por lo que se debe evitar durante la gestación y lactancia.
- Ácido salicílico (en altas concentraciones): Aunque se encuentra en muchos limpiadores para el acné, los médicos suelen prohibir su uso en peelings o sueros de alta concentración. Generalmente, un limpiador con menos del 2% se considera seguro, pero es preferible optar por otras alternativas.
- Filtros solares químicos específicos: Algunos estudios sugieren evitar la oxibenzona debido a su potencial como disruptor endocrino.
2. Qué ingredientes sí puedes usar
Afortunadamente, no tienes que renunciar a cuidar tu piel. Existen alternativas fantásticas y seguras para tratar los problemas comunes del embarazo:
- Ácido azelaico: Es el estándar de oro para embarazadas. Es seguro, combate el acné gracias a sus propiedades antimicrobianas y ayuda a reducir la pigmentación (manchas), sustituyendo eficazmente al retinol y la hidroquinona.
- Vitamina C: Un antioxidante esencial. Ayuda a prevenir el melasma, ilumina la piel y potencia la protección solar.
- Ácido hialurónico: Totalmente seguro. Es fundamental para mantener la piel hidratada, ya que muchas mujeres sufren de deshidratación cutánea debido a que el agua del cuerpo se dirige prioritariamente al bebé.
- Niacinamida: Excelente para calmar rojeces, regular la grasa y fortalecer la barrera cutánea.
- Bakuchiol: Conocido como la alternativa vegetal al retinol. Ofrece beneficios antienvejecimiento similares sin los riesgos asociados a la vitamina A.
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3. Propuesta de rutina facial básica
La clave durante el embarazo es «menos es más». Tu piel puede volverse más sensible, por lo que simplificar la rutina ayuda a evitar irritaciones.
Rutina de mañana (AM)
- Limpieza suave: Utiliza un limpiador hidratante o una espuma suave que no deje la piel tirante.
- Antioxidante: Aplica un serum de Vitamina C (concentración del 10-15%) para protegerte de los radicales libres y dar luminosidad.
- Hidratación: Una crema hidratante ligera con ácido hialurónico o ceramidas.
- Protección solar (el paso más importante): El embarazo te hace propensa al melasma (o «paño»), manchas oscuras en la cara. Usa un protector solar mineral (con óxido de zinc o dióxido de titanio) de amplio espectro SPF 50+ todos los días, sin excepción.
Rutina de noche (PM)
- Doble limpieza: Si usaste maquillaje o protector solar resistente, usa primero un bálsamo o aceite limpiador, seguido de tu limpiador acuoso.
- Tratamiento: Aquí puedes introducir el ácido azelaico si tienes acné o manchas, o un serum de niacinamida.
- Hidratación profunda: Usa una crema más untuosa para reparar la barrera cutánea mientras duermes.
4. Cuidado del cuerpo: Estrías y circulación
El cuidado de la piel no termina en el cuello. A medida que tu vientre, pechos y caderas crecen, la piel se estira, rompiendo las fibras de colágeno y elastina, lo que da lugar a las estrías.
- Hidratación constante: Aunque la genética juega un papel crucial en la aparición de estrías, mantener la piel elástica ayuda. Aplica aceites (como el de almendras dulces o rosa mosqueta) y cremas con centella asiática dos veces al día.
- Masajes: Al aplicar las cremas, realiza masajes suaves ascendentes en las piernas para favorecer el retorno venoso y aliviar la hinchazón o retención de líquidos.
El embarazo es un momento para conectar con tu cuerpo y cuidarlo con amabilidad. No te angusties si surgen brotes de acné o alguna mancha; la mayoría de estas condiciones hormonales mejoran significativamente después del parto.
Recuerda que esta guía es informativa. Cada embarazo es único, por lo que siempre debes consultar con tu dermatólogo o ginecólogo antes de introducir cualquier producto nuevo en tu rutina. ¡Disfruta de esta etapa y mímate mucho!
Fuente: glamour
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30 años. Actualmente tesista de la Licenciatura en Física, mención Física Médica. 9no semestre aprobado. Redactor en mis tiempos libres. ¡Me gusta aprender e innovar en todo! Amante del cine y buen café.

