Las instituciones de salud atienden diariamente a pacientes que requieren transfusiones por cirugías, tratamientos oncológicos o emergencias. En este escenario crucial, la responsabilidad fundamental del banco de sangre es proveer servicios oportunos y de calidad.
Sin embargo, el abastecimiento permanente se ve comprometido por la falta de una cultura de donación voluntaria en el país. Esta deficiencia obliga a los bancos a depender de la donación referida, donde son los propios pacientes quienes deben buscar donantes para cubrir sus necesidades.

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Mitos y la importancia de la cultura altruista
La falta de donación voluntaria es multifactorial y tiene su origen en una serie de mitos y en la ausencia de educación. La licenciada Lía Talavera, hemoterapista y coordinadora de un banco de sangre, señala que la solución parte de la educación temprana.
En los países desarrollados, la información se imparte desde el preescolar. Esto asegura que, al llegar a la edad adecuada, las personas acudan a donar de forma espontánea, altruista y, lo más importante, repetida.
El donante ideal es aquel que acude de forma consuetudinaria, manteniendo un stock constante de componentes. Para lograr esto, es vital que el personal que te atiende esté altamente calificado y haga del proceso una experiencia sencilla y agradable.
Componentes perecederos y urgencia
Debes saber que la sangre no es el único componente vital que se obtiene de una donación. Los bancos necesitan abastecerse de plasmas, plaquetas y crioprecipitados, que son fundamentales para cubrir tratamientos y emergencias.
La necesidad es urgente porque estos componentes son perecederos. Por ejemplo, las plaquetas solo tienen una duración de cinco días, y se necesitan múltiples unidades (que provienen de diferentes donantes) para tratar a una sola persona. Esto subraya la necesidad de donantes que acudan con frecuencia.
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¿Quiénes no pueden donar sangre?
Aunque la mayoría de la población apta puede donar, existen parámetros muy estrictos para garantizar la seguridad tanto del donante como del receptor. El donante debe ser examinado para garantizar que su sangre dé vida y que la transfusión sea segura.
Existen casos de diferimiento permanente, es decir, personas que no pueden donar sangre nunca más:
- Personas que hayan tenido algún proceso de cáncer (adenocarcinoma) en el transcurso de su vida, incluso si ya fue tratado.
- Personas que hayan sido sometidas a cirugía cardiovascular abierta u otro tipo de intervención cardíaca mayor.
Tu donación debe ser segura; por ello, el personal especializado debe garantizar que cumples con todos los parámetros antes de realizar la extracción

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