El aceite de oliva, ese dorado líquido que reina en nuestras cocinas, ha trascendido fronteras culinarias para colarse en el mundo de la belleza. Desde tiempos ancestrales, se le han atribuido propiedades casi milagrosas para el cuidado de la piel. Pero ¿es realmente oro líquido para nuestra piel, o un mito más propagado por la sabiduría popular?

Un elixir natural con pros y contras
El aceite de oliva es un tesoro de antioxidantes, como la vitamina E y los polifenoles, que combaten los radicales libres, esos villanos que aceleran el envejecimiento cutáneo. Además, su riqueza en ácidos grasos, como el ácido oleico, lo convierte en un excelente emoliente, capaz de suavizar y nutrir la piel seca y agrietada.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Su textura densa y su alto contenido en ácido oleico pueden ser contraproducentes para algunas pieles, especialmente las grasas y propensas al acné. Al obstruir los poros, el aceite de oliva puede desencadenar la aparición de granitos y puntos negros, convirtiendo un remedio natural en un problema cutáneo.
¿Para quién es el aceite de oliva?
La clave está en conocer tu tipo de piel. Si tienes la piel seca, madura o sensible, el aceite de oliva puede ser un aliado formidable. Su poder hidratante y suavizante te ayudará a combatir la sequedad, las arrugas y la irritación.
Pero si tu piel es grasa, mixta o propensa al acné, es mejor que te alejes del aceite de oliva. Existen alternativas más ligeras y no comedogénicas, como el aceite de jojoba o el de argán, que ofrecen beneficios similares sin obstruir los poros.
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Cómo usarlo en la piel
Si decides darle una oportunidad al aceite de oliva, úsalo con moderación. Unas pocas gotas son suficientes para nutrir tu rostro o cuerpo. Aplícalo sobre la piel limpia y húmeda, realizando suaves masajes circulares hasta su completa absorción.
Puedes usarlo como desmaquillante, especialmente para retirar el maquillaje waterproof. También puedes añadir unas gotas a tu crema hidratante habitual para potenciar sus efectos.
Más allá de la piel
El aceite de oliva también puede ser un gran aliado para el cuidado del cabello. Su poder hidratante y reparador ayuda a combatir la sequedad, el encrespamiento y las puntas abiertas. Puedes aplicarlo como mascarilla capilar, dejándolo actuar durante unos minutos antes de lavarlo.
Un consejo final
Como con cualquier producto cosmético, es importante realizar una prueba de alergia antes de usar aceite de oliva en tu piel. Aplica una pequeña cantidad en una zona poco visible, como el interior del antebrazo, y espera 24 horas para comprobar si aparece alguna reacción.
Fuente: glamour
Imagen destacada por: Rani Shoket

30 años. Actualmente tesista de la Licenciatura en Física, mención Física Médica. 9no semestre aprobado. Redactor en mis tiempos libres. ¡Me gusta aprender e innovar en todo! Amante del cine y buen café.