La relación con la comida es mucho más compleja de lo que solemos pensar. Desde la infancia, asociamos la alimentación con emociones como el amor, la seguridad y la pertenencia. Miriam Salinas Gascón, terapeuta especializada en ansiedad por la comida, nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras emociones influyen en nuestros hábitos alimenticios y cómo podemos sanar esta relación para lograr un bienestar integral.
La alimentación emocional se manifiesta cuando utilizamos la comida para gestionar nuestras emociones, ya sea para lidiar con el estrés, la tristeza, la ansiedad o incluso la alegría. Esta práctica, aunque común, puede generar patrones alimentarios desordenados y afectar nuestra salud física y mental. Es fundamental reconocer las señales de la alimentación emocional y aprender a gestionar nuestras emociones de manera saludable.

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El vínculo entre emociones y comida
Desde la infancia, la comida se entrelaza con nuestras emociones, creando un vínculo que trasciende la simple necesidad de nutrición. Las experiencias tempranas, donde la alimentación se asocia con el amor y la seguridad, pueden influir en nuestros hábitos alimentarios a lo largo de la vida. Esta conexión emocional profunda puede llevar a utilizar la comida como un recurso para gestionar emociones difíciles, como el estrés o la ansiedad, generando patrones de alimentación emocional.
La alimentación emocional no solo afecta nuestra salud física, sino también nuestro bienestar mental. Reconocer y comprender este vínculo es crucial para sanar nuestra relación con la comida. Identificar las emociones que desencadenan la necesidad de comer y reconocer los patrones emocionales relacionados con la alimentación son los primeros pasos hacia una relación más saludable y consciente con la comida.
Sanando la relación con la comida
- Autoconocimiento:
- Identifica las emociones que desencadenan la necesidad de comer.
- Reconoce patrones emocionales relacionados con la comida.
- Gestión Emocional:
- Desarrolla estrategias saludables para gestionar las emociones.
- Practica técnicas de relajación, mindfulness o busca apoyo terapéutico.
- Alimentación Consciente:
- Presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.
- Disfruta de la comida sin distracciones ni juicios.
- Autocompasión:
- Trátate con amabilidad y comprensión, especialmente en momentos difíciles.
- Evita la culpa y la vergüenza relacionadas con la comida.
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Hacia un bienestar integral
El bienestar integral se construye sobre la base de una salud tanto física como mental. Lograr una relación armoniosa con la comida es fundamental para este equilibrio. En algunos casos, la ayuda de un profesional puede ser necesaria para guiarte en el proceso de sanar tu relación con la comida. Además, practicar el autocuidado y la autocompasión es esencial para tu bienestar emocional. Trátate con la misma amabilidad y comprensión que ofrecerías a un ser querido, cultivando hábitos que te permitan alcanzar una vida plena y saludable.
La alimentación emocional es un desafío que puedes superar. Al comprender el vínculo entre tus emociones y la comida, y al adoptar estrategias saludables, puedes construir una relación armoniosa con la alimentación y alcanzar un bienestar integral.

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