En general, la amigdalitis es la inflamación de las amígdalas que se encuentran ubicadas en la parte posterior de la garganta. Su inflamación es uno de los primeros síntomas de que está sucediendo algo. Cabe destacar, que las amígdalas son dos masas de tejido de forma ovalada situadas al fondo de la cavidad bucal. Tienen la función de defender a la mucosa respiratoria y digestiva de agresiones externas por microbios patógenos.
¿Cuáles son los tipos de amigdalitis?
Existen dos tipos de amigdalitis según la gravedad y su duración:
La amigdalitis aguda: Es muy común en niños pequeños y adolescentes. Es de carácter benigno y autolimitado.
La amigdalitis crónica: Las glándulas sufren infecciones víricas o bacterianas casi permanentes y los síntomas se pueden presentar durante más de seis meses.
Síntomas de la amigdalitis
Los síntomas más frecuentes que se pueden destacar son los siguientes:
- Amígdalas rojas e inflamadas
- Recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas
- Dolor de garganta
- Dificultad al tragar
- Fiebre
- Hinchazón de las amígdalas
- Mal aliento
- Sensibilidad en los ganglios linfáticos
- Dolor de estómago
- Dolor de cabeza
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¿Qué causa la amigdalitis?
La mayoría de las veces esta enfermedad es causada por virus comunes, pero también una infección bacteriana pueden ser la causa de la amigdalitis.
Por otra parte, los principales microorganismos causantes de más del 50% de los casos son los siguientes:
Virus del Herpes Simple: Causa el 12,9% de los casos de esta afección.
El Virus Influenza: Provoca el 5,2% de los casos.
El Virus de Coxsacki: Tiene síntomas similares a los de la gripe, este microorganismo es el responsable del 3,9 % de los casos.
La Parainfluenza y Adenovirus: Por separado no explican más del 4% de los casos de amigdalitis.
¿Por qué se infectan las amígdalas?
Las amígdalas son la primera línea de defensa que tiene el sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca. Asimismo, esta función las puede hacer especialmente vulnerables a la infección e inflamación.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento para combatir esta infección varía según el tipo de amigdalitis, en algunas ocasiones no se requiere un tratamiento específico. En ese sentido, se pueden recetar algunos fármacos al paciente, pero todos ellos van enfocados a reducir la sintomatología. Además, hay infecciones bacterianas en las amígdalas que sí requieren de un tratamiento específico. En estos casos, se recetan antibióticos, generalmente penicilina durante 10 días si el agente causal es un estreptococo del grupo A.
Prevención
Es por ello, que la mejor prevención es tener buenos hábitos de higiene personal y enseñarles a los niños que es muy importante seguir las siguientes normas.:
- Lavarse con frecuencias las manos, sobre todo después de ir al baño y antes de comer.
- Evitar compartir alimentos, vasos, botellas de agua o utensilios.
- Reemplazar el cepillo de dientes después de recibir un diagnóstico de anginas.
- Ante un episodio de amigdalitis acuda al médico
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