El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, los conductos que llevan el aire a los pulmones. En personas con asma, estas vías respiratorias se inflaman y se estrechan, lo que dificulta el paso del aire. Esta inflamación puede ser desencadenada por diversos factores, como alérgenos (polen, polvo, pelo de mascotas), infecciones respiratorias, ejercicio físico, aire frío, humo de tabaco o estrés
Ataque de asma: ¿qué es lo que debemos hacer? | Imagen superior de Pixabay
Cuando una persona con asma se expone a un desencadenante, las vías respiratorias se contraen, se hinchan y producen una mayor cantidad de mucosidad. Esto provoca síntomas como dificultad para respirar, sibilancias (un sonido silbante al respirar), tos y opresión en el pecho.
El asma es una enfermedad variable, lo que significa que los síntomas pueden aparecer y desaparecer, y variar en intensidad. Algunas personas experimentan síntomas leves y ocasionales, mientras que otras sufren ataques de asma graves que requieren atención médica de urgencia.
Aunque no existe una cura para el asma, se puede controlar eficazmente con medicamentos y evitando los desencadenantes. El tratamiento generalmente incluye medicamentos de control a largo plazo para prevenir los síntomas y medicamentos de alivio rápido para tratar los ataques de asma agudos.

Ante un ataque de asma, la rapidez y la calma son cruciales. Aquí te presentamos los primeros pasos que debes seguir:
1. Reconoce los síntomas:
- Los síntomas de un ataque de asma pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Dificultad para respirar (sensación de falta de aire).
- Sibilancias (sonido silbante al respirar).
- Tos.
- Opresión en el pecho.
- Dificultad para hablar.
- Ansiedad o pánico.
2. Mantén la calma:
- Tanto la persona que sufre el ataque como quienes la rodean deben tratar de mantener la calma. El pánico puede empeorar los síntomas.
- Ayuda a la persona a sentarse en una posición cómoda, preferiblemente erguida, para facilitar la respiración.
- Afloja cualquier prenda ajustada que pueda dificultar la respiración.
3. Utiliza el inhalador de rescate:
- Si la persona tiene un inhalador de rescate (generalmente de color azul o un broncodilatador de acción rápida), ayúdala a utilizarlo de inmediato.
- Sigue las instrucciones del inhalador: generalmente, se recomienda realizar de 2 a 4 inhalaciones.
- Si los síntomas no mejoran significativamente después de unos minutos, puede ser necesario repetir la dosis.
4. Busca atención médica:
- Si los síntomas no mejoran después de utilizar el inhalador de rescate, o si empeoran, es fundamental buscar atención médica de urgencia.
- Llama al número de emergencias local o acude al centro de salud más cercano.
- No esperes a que los síntomas se vuelvan graves para buscar ayuda. Un ataque de asma puede ser potencialmente mortal.
5. Identifica y evita los desencadenantes:
- Una vez que el ataque haya pasado, es importante tratar de identificar qué lo desencadenó.
- Los desencadenantes comunes incluyen:
- Alérgenos (polen, polvo, pelo de mascotas).
- Infecciones respiratorias (resfriados, gripe).
- Ejercicio físico.
- Aire frío.
- Humo de tabaco.
- Estrés.
- Evitar los desencadenantes puede ayudar a prevenir futuros ataques.
6. Sigue el plan de acción:
- Si la persona tiene un plan de acción para el asma, síguelo al pie de la letra.
- El plan de acción generalmente incluye información sobre los medicamentos que debe tomar, cómo utilizarlos y cuándo buscar atención médica.
Información adicional:
- Es importante recordar que cada persona con asma es diferente, y los síntomas y desencadenantes pueden variar.
- Si tienes asma, habla con tu médico para desarrollar un plan de acción personalizado.
- Es importante que las personas que sepan que tienen asma, le comuniquen a las personas que lo rodean como actuar en caso de una emergencia por asma.
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