Autoestima y sexualidad son dos factores que están íntimamente unidos en la mujer y si se retroalimentan forman un círculo virtuoso de bienestar.

“El deseo sexual femenino es más complejo que el del varón. En la mujer el factor psicoemocional juega un papel muy importante”, señala Ysabel Velásquez, sexóloga y terapista de parejas.

La también autora del libro En femenino realizó una investigación sobre esta relación entre la autoestima y la sexualidad en las mujeres. “Y en la realidad se comprobó que ambos factores se retroalimentan”, sostuvo.

“La motivación sexual de la mujer, a diferencia de la del hombre, no tiene que ver directamente con elementos eróticos sino con elementos emocionales”, explicó.

“Cuando la mujer se siente segura de sí misma, conforme con su cuerpo, se siente segura también en su valía como mujer”, añadió.

La autoestima es muy subjetiva. Cuando Velásquez hizo su investigación se dio cuenta de que la autoestima no significa lo mismo para todas las mujeres. “Para algunas es, por ejemplo, ser buena trabajadora. Y para otra es sentirse bella y conforme con su cuerpo. Algunas consideran que es sentirse a gusto con la forma como conducen su vida en lo profesional o en otros roles, como la maternidad”, indicó.

Lea también: ¡La ansiedad buena existe!

Pero lo que tienen en común todas estas visiones con el concepto de autoestima es la autovaloración. “Esa autovaloración alimenta ese autoconcepto y ese autoconcepto alimenta el sentido de autoeficacia. Es decir, me siento bien en mi desempeño en general y eso aumenta el deseo sexual. Al aumentar el deseo sexual también se alimenta la seguridad para alcanzar la excitación y el orgasmo. Y esto la hace sentirse satisfecha no solo en lo físico sino también en lo subjetivo, que es psicoemocional”.

Autoestima y sexualidad + el poder de la mente

Si la actividad sexual es plena y satisfactoria, también alimenta la autoestima. ¿Por qué? “Porque hace sentir a la mujer amada, deseada, valorada y motivada a tener nuevos encuentros sexuales. Por eso es un círculo virtuoso”, responde Velásquez.

Foto de Amor creado por standret – www.freepik.es

En la investigación Velásquez también encontró que las mujeres con una mayor autoestima tienen pensamientos sexuales más frecuentes. “Sabemos que el deseo empieza en el cerebro. Entonces, esto aumenta la frecuencia y aumenta la satisfacción total, que es la suma de lo físico más lo subjetivo”, apuntó.   

También puede darse el caso de que una mujer tenga una buena autoestima y aun así no siente deseo sexual debido a factores orgánicos. Durante la menopausia, por ejemplo, el deseo sexual baja

Asimismo, en la práctica profesional también se presentan casos de mujeres que parecen muy seguras de sí mismas, pero en realidad no lo son. “Aparentan serlo, quizá en los términos que marca la sociedad. Pero tienen cosas no trabajadas, heridas de la infancia. Siendo bellas, sienten que no cumplen con ciertos patrones de belleza. O arrastran situaciones incómodas. Al trabajar esos problemas mejora muchísimo el deseo sexual en esas mujeres”, aseguró.  

La especialista afirmó que el deseo sexual se puede reactivar. En ese sentido refirió que hay estudios con medicamentos “que pretenden ser una suerte de viagra rosa que actúan como ciertos antidepresivos”. Sin embargo, no son aptos para el consumo en mujeres obesas, fumadoras o que tengan alguna condición de salud.

Pero siempre existe la alternativa de la terapia con un médico sexólogo, quienes trabajan, fundamentalmente, la parte psicoemocional. “Cada mujer es un universo (…) Con una intervención en la que se aborde su autovaloración mejora muchísimo el tema del deseo. Porque todo comienza con la mente… La mente es muy poderosa…”, aseguró.

Foto de Personas creado por cookie_studio – www.freepik.es