La automedicación durante el embarazo puede ocasionar serios problemas de salud al futuro bebé y a la madre; este acto puede generar la aparición de nuevas afecciones, intoxicaciones y alergias.
La automedicación es la ingesta de medicamentos por cuenta propia sin el consentimiento o vigilancia de un medico; por lo que es un riesgo en todos los grupos de edad.
Cuando se trata de una mujer embarazada, la situación puede volverse más peligrosa; debido a que se pone en juego la vida y bienestar del bebe, así como de la madre.
El embarazo es un proceso de formación de un nuevo ser en el vientre materno; por esta razón, el futuro niño y su madre requieren mayores cuidados y atenciones en esta etapa; la cual debe permanecer bajo supervisión de los médicos.
Reacciones de automedicación durante embarazo
Para evitar cualquier tipo de riesgo de automedicación durante el embarazo, es importante que las futuras madres consulten con su doctor antes de iniciar cualquier tratamiento médico de libre prescripción, por más inofensivo que parezca.
El médico tratante del embarazo debe ser quien recete a las mujeres en gestación hasta la administración del complejo multivitamínico que debe tomar. Evaluará los componentes activos del producto y las necesidades de la paciente, de acuerdo con el mes del embarazo.
Los medicamentos que se consumen tienen que estar supervisados por el especialista durante todo el embarazo. Sin embargo, durante el primer y último trimestre el control debe ser mayor, ya que en estos períodos pueden aumentar los riesgos en el embarazo.
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No hay medicinas inofensivas
Luis Segura, ginecólogo obstetra, advirtió que ningún medicamento es totalmente inofensivo durante el embarazo.
“Calmantes para el dolor, como el acetaminofén, deben consultarse al médico antes de consumirse durante el embarazo; pues sólo el especialista sabe bajo qué circunstancias pueden ocasionar reacciones desfavorables”, dijo Segura.
Una mala administración de fármacos durante el embarazo podría provocar alteraciones en la formación del niño o la disminución del líquido amniótico.
Para evitar correr riesgos con la salud del pequeño y de la madre, se recomienda pedir la opinión del especialista.
Asimismo, estar alerta ante cualquier alteración que indique alguna situación desfavorable para suspender el uso del medicamento; para que el médico prescriba otro más acorde que no cause ningún tipo de efecto negativo.
La lista de medicamentos con fórmulas nocivas para la salud de los bebés y sus progenitoras es muy extensa.
Los antibióticos, medicamentos quimioterápicos, anticonvulsivos, anticoagulantes, entre otros, no se pueden usar bajo ninguna circunstancia durante la gestación; originan mayores problemas de los que pudiesen resolver, al niño y a la progenitora.
Si el médico lo aprueba, la mujer en gestación puede consumir medicamentos de categoría tipo B. Estos son los antieméticos; fármacos para disminuir las altas temperaturas y aliviar los dolores, vitaminas y algunos antibióticos que indique el especialista en casos de infección.
Remedios naturales
Los medicamentos a base de elementos naturales como las plantas, no son dañinos para la mujer ni el niño en desarrollo.
Se recomienda consultar previamente al médico, aún cuando se trate de consumir estos remedios; a fin de tener claro qué tipo de componentes están presentes.
En situaciones de alta tensión, pueden ingerir sedantes suaves; como el paciflorum, el tilo y el té de cayena, ideales para conciliar el sueño y maximizar el descanso.
Comer alimentos ricos en fibra e ingerir suficientes líquidos, ayudará a combatir el estreñimiento; chupar un limón cuando las náuseas se hagan presentes, ayudará a sobrellevar la molesta sensación.
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