En los últimos años, se han llevado a cabo múltiples campañas para aceptar el cabello rizado y aprender a tratarlo de forma adecuada. Superando la dependencia de los artefactos y tratamientos de alisado, a los que se sometían muchas mujeres durante largos años.

Sin embargo, mantener rizos saludables no es tarea fácil, ya que requiere de un cuidado especial y constante. Pero, muchas veces, se desconocen las formas de mantener un cabello saludable; lo que trae problemáticas como: resequedad, asperezas, frizz y roturas.

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Errores comunes que debes evitar

Aunque el cabello rizado tiene como particularidad, su tendencia a ser más seco y quebradizo que otros tipos de cabello. En diversas ocasiones, los problemas relacionados con este, no son causados por razones naturales, sino por errores en su cuidado.

La primera de estas equivocaciones es no conocer tu tipo de cabello y las necesidades que este posee. Esto se debe a que todos los cabellos son diferentes y necesitan un cuidado específico que se adecúe a sus características.

El segundo error en relación con este tema, tiene que ver con el lavado del cabello rizado de forma diaria. Ya que, el sulfato que posee los productos cómo el champú, acaba con la hidratación y los aceites que necesita para mantener su elasticidad y evitar quiebres.

Y en tercer lugar, se encuentra el cepillado en seco y de raíz a puntas. Dado que, muchas veces, por desconocimiento, falta de tiempo, pereza u otros factores, se peina el cabello de forma en la que se producen fracturas de la cutícula del pelo, surgiendo así las llamadas “horquetillas”.

Consejos para cuidar tu cabello rizado

  • Toma en cuenta las necesidades y características de tu pelo, antes realizar cualquier tratamiento o rutina,
  • Limita el lavado del cabello a dos o tres veces por semana
  • Desenreda el cabello en la ducha, utilizando algún producto que permita ejecutar el trabajo con mayor facilidad.
  • Cepilla el pelo, comenzando desde las puntas, hasta llegar a la raíz.
  • Seca el cabello con toallas de microfibra u algodón con el fin de evitar que se esponje.
  • Emplea solamente cepillos o peines que se adecúen a tu tipo de pelo, ya que esto puede favorecerse a la formación del rizo y a su vez, se evitan los quiebres.

Es necesario hacer del cuidado del cabello rizado un hábito del día a día. Puesto que, gozar de rizos sedosos, definidos y sin frizz, es un esfuerzo extra que vale la pena.

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