En una etapa de la vida marcada por la búsqueda de identidad y la presión social, los adolescentes se ven expuestos a una infinidad de ideales estéticos. Si bien el deseo de mantenerse en forma y saludable es positivo, en algunos casos puede derivar en una obsesión peligrosa conocida como vigorexia o dismorfia muscular.
Este trastorno, caracterizado por una preocupación patológica por tener un cuerpo musculoso y definido, está afectando cada vez a más jóvenes, con consecuencias significativas para su salud física y mental.

¿Qué es la vigorexia?
La vigorexia se manifiesta como una percepción distorsionada del propio cuerpo. A pesar de tener una musculatura dentro de los rangos normales o incluso hipertrofiada, la persona que la padece se ve a sí misma como débil, pequeña y poco desarrollada.
Esta imagen corporal negativa genera una ansiedad constante y una necesidad compulsiva de realizar ejercicio intenso y seguir dietas restrictivas, a menudo ricas en proteínas y suplementos, con el objetivo de aumentar su masa muscular.
La influencia de los estándares de belleza y las redes sociales
La presión ejercida por los estándares de belleza impuestos por los medios de comunicación y las redes sociales juega un papel crucial en el desarrollo de la vigorexia en adolescentes. La constante exposición a imágenes de cuerpos musculosos y definidos puede generar en los jóvenes una sensación de insuficiencia y la creencia errónea de que solo a través de un físico extremo se puede alcanzar el éxito, la aceptación y la autoestima.
Esta idealización del cuerpo musculoso se convierte en un motor para conductas obsesivas y potencialmente dañinas.
Síntomas de la vigorexia en adolescentes: Un abanico de conductas y emociones
Los síntomas de la vigorexia en adolescentes pueden ser variados y abarcan tanto aspectos conductuales como emocionales.
Comportamientos obsesivos
Entre los comportamientos más comunes se encuentran:
- Ejercicio excesivo y compulsivo
- Preocupación obsesiva por la dieta
- Revisión constante del cuerpo
- Evitación de situaciones sociales
- Priorización del entrenamiento sobre otras actividades
- Uso de sustancias anabólicas (en casos graves)
Impacto emocional y psicológico
A nivel emocional y psicológico, los adolescentes con vigorexia suelen experimentar:
- Ansiedad y estrés
- Baja autoestima
- Distorsión de la imagen corporal
- Irritabilidad y cambios de humor
- Aislamiento social
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Consecuencias graves para la salud física y mental
Las consecuencias de la vigorexia en la salud de los adolescentes pueden ser graves y multifacéticas.
Efectos en la salud física
A nivel físico, el ejercicio excesivo puede provocar lesiones musculares y articulares, fatiga crónica, desequilibrios hormonales, problemas cardiovasculares y complicaciones derivadas del uso de sustancias anabólicas. Las dietas restrictivas pueden causar deficiencias nutricionales, trastornos alimentarios y problemas gastrointestinales.
Impacto psicológico y social
A nivel psicológico y social, la vigorexia puede llevar a la depresión, la ansiedad, el aislamiento social, problemas de rendimiento académico y dificultades en las relaciones interpersonales.
Detección temprana y abordaje multidisciplinar
Es fundamental que padres, educadores y profesionales de la salud estén atentos a las señales de alerta de la vigorexia en adolescentes. La detección temprana es crucial para poder ofrecer la ayuda necesaria.
El abordaje de este trastorno requiere un tratamiento multidisciplinar que puede incluir terapia psicológica, asesoramiento nutricional y, en algunos casos, intervención farmacológica.
Prevención
Fomentar una imagen corporal saludable y realista desde la infancia y la adolescencia es una tarea esencial. Promover la aceptación de la diversidad corporal, educar sobre los riesgos de los ideales estéticos irreales y fortalecer la autoestima de los jóvenes son estrategias clave para prevenir el desarrollo de la vigorexia y otros trastornos relacionados con la imagen corporal.
En definitiva, la vigorexia representa una seria amenaza para la salud y el bienestar de los adolescentes. Comprender sus causas, reconocer sus síntomas y ofrecer un apoyo adecuado son pasos fundamentales para ayudar a estos jóvenes a liberarse de la trampa muscular y construir una relación más sana y equilibrada con su cuerpo.
Fuente: vitonica
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