Existen dos tipos principales de hígado graso, definidos por su causa: el hígado graso por alcohol y el hígado graso no alcohólico
El hígado graso, o esteatosis hepática, es una condición en la que se acumula un exceso de grasa en las células del hígado. Esta afección es cada vez más común y, si no se controla, puede llevar a complicaciones más graves como la inflamación, la fibrosis y, en casos extremos, la cirrosis. (Imágenes creadas por la IA de Google Google AI Studio).

Causas y Factores de Riesgo
Las causas del hígado graso varían según el tipo de la enfermedad:
- Enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA): Es el tipo más común y está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico. Sus principales factores de riesgo son la obesidad, la resistencia a la insulina (a menudo asociada a la diabetes tipo 2), los niveles elevados de triglicéridos y el colesterol alto.
- Enfermedad por hígado graso por alcohol: Como su nombre lo indica, esta condición es causada por el consumo excesivo y prolongado de alcohol. El hígado se concentra en descomponer el alcohol, lo que puede interferir con el metabolismo de las grasas y provocar su acumulación.
Síntomas y el Reto del Diagnóstico
El hígado graso es a menudo una «enfermedad silenciosa», ya que en sus primeras etapas no presenta síntomas evidentes. Esto la hace particularmente peligrosa, pues puede progresar sin que la persona se dé cuenta. Cuando aparecen los síntomas, suelen ser inespecíficos e incluyen fatiga, dolor leve en la parte superior derecha del abdomen, debilidad y una sensación de hinchazón. El diagnóstico generalmente se realiza a través de un análisis de sangre (que puede mostrar enzimas hepáticas elevadas) y pruebas de imagen como la ecografía o la tomografía computarizada, que revelan la acumulación de grasa.
Tratamiento: Cambios en el Estilo de Vida
La buena noticia, es que en sus etapas iniciales, es una condición reversible. La clave para el tratamiento y la prevención reside en el cambio de hábitos de vida:
- Pérdida de peso: Para los casos de hígado graso no alcohólico, perder peso es la estrategia más eficaz para reducir la grasa acumulada en el hígado.
- Dieta saludable: Adoptar una dieta balanceada, como la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y grasas saludables, es fundamental.
- Ejercicio regular: La actividad física no solo ayuda a perder peso, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina y la salud metabólica en general.
- Eliminar el alcohol: Para quienes padecen hígado graso por alcohol, la abstinencia total es la única vía para revertir el daño y prevenir su progresión.
Es importante recordar que no existe un medicamento específico para tratar esta enfermedad. Por ello, la prevención y el manejo a través de un estilo de vida saludable son la mejor medicina. Siempre es recomendable consultar a un médico para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
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