«El Juego del Calamar» es el nombre de una serie de Netflix, donde se relata un juego en el que los concursantes participan en competencias infantiles cargadas de violencia explícita para conseguir un premio.

Cada día, la mayoría de los niños se conectan a dispositivos como televisores, tabletas y teléfonos inteligentes con acceso a contenidos violentos. Esto podría traer consecuencias negativas para su desarrollo.

Pasar mucho tiempo observando la televisión puede generarles problemas cognitivos y físicos.

Los niños que ven actos violentos en la televisión son más propensos a comportarse de forma agresiva y sentir que el mundo les asusta.

El juego del calamar no es apto para menores

La psicoterapeuta familiar sistémica, Geraldine Lange Rodríguez, explica que El Juego del Calamar no es apta para los niños.

«El consumo de contenidos violentos a edades tempranas puede hacer que los niños normalicen la violencia y se vuelvan insensibles a ella», agregó.

La especialista dijo que la serie trastoca los valores que los padres inculcan a sus hijos, pues la competencia desmedida y la violencia no es un contenido adecuado para los niños.

Asimismo, resaltó que para los padres es importante tener en cuenta por qué los niños no pueden ver la serie.

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«Si un padre le da permiso a su hijo para ver esta serie, y más aún si los deja solos, les están enviando un meta mensaje donde les dicen que lo que ven es correcto», destacó la psicoterapeuta.

Al no tener la capacidad para contextualizar los hechos, a los niños les cuesta diferenciar que lo visto en la pantalla no es real.

Por eso es importante que los padres controlen el tiempo que sus hijos pasan delante de las pantallas y establezcan límites.

El juego del calamar
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¿Cómo afecta la programación violenta a los niños?

Un estudio, realizado en la Universidad de Indiana, analizó el comportamiento de 28 jóvenes a través de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para analizar su actividad cerebral después de interactuar con videojuegos y programas de TV con contenido violento.

El estudio detalló que los niños y adolescentes que jugaron videojuegos agresivos demostraron menos activación en las áreas cerebrales relacionadas con la emoción.

Para el equipo de investigadores, los cambios cerebrales develados en el estudio son similares al de los adolescentes con trastornos sociopáticos.

El juego del calamar en las escuelas

Hay reportes en varios países del mundo donde se dice que los niños han copiando algunos juegos de la serie. Donde se castiga de manera violenta a los perdedores.

Si desean conocer más información de este tema, visiten la cuenta de la psicoterapeuta familiar sistémica, Geraldine Lange Rodrígue, @geraldine_lange en Instagram.

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