La vida moderna a menudo nos somete a altos niveles de estrés, y aunque sus efectos en el cuerpo son ampliamente conocidos, su impacto en la visión puede pasar desapercibido. La doctora María Carolina Hurtado, especialista en cirugía del segmento anterior, nos explica cómo estas tensiones emocionales pueden afectar nuestros ojos, desde molestias leves hasta condiciones más serias. Es fundamental entender esta conexión para proteger tu salud visual.

Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que viajan a través del torrente sanguíneo alcanzando todos nuestros órganos, incluyendo los ojos. Esta respuesta fisiológica puede manifestarse de diversas maneras, algunas comunes y otras más preocupantes. Prestar atención a estas señales y buscar la opinión de un oftalmólogo es crucial para descartar otras patologías y abordar el problema de raíz.

estrés

Imagen de Victoria en Pixabay

Manifestaciones oculares del Estrés:

  • Mioquimias: Esos pequeños «brinquitos» en los párpados, contracciones involuntarias del músculo orbicular, son una respuesta frecuente al estrés.
  • Sequedad Ocular y Enrojecimiento: Las hormonas liberadas pueden afectar los vasos sanguíneos y las glándulas lagrimales, disminuyendo la producción de lágrimas y causando sequedad e irritación.
  • Dilatación Pupilar y Visión Borrosa: En situaciones de estrés agudo, las pupilas pueden dilatarse, preparándote para la «huida», lo que puede resultar en visión borrosa.

Impacto en la retina: la coroidopatía serosa central

La doctora Hurtado advierte sobre una condición retiniana directamente relacionada con el estrés: la coroidopatía serosa central. Esta se manifiesta con la aparición repentina de una mancha negra en el centro del campo visual. Aunque puede sonar alarmante, en la mayoría de los casos, esta condición se resuelve espontáneamente a medida que el líquido acumulado en la retina se reabsorbe. Es más común en hombres con personalidades tipo A, entre los 25 y 50 años, un grupo etario frecuentemente sometido a mayores niveles de estrés.

Si bien el estrés no es una causa directa de desprendimiento de retina, sí puede exacerbar otras condiciones oculares o generar efectos secundarios a través de los tratamientos utilizados para manejarlo. Por ejemplo, los ansiolíticos, aunque a veces necesarios, pueden tener impacto en la salud visual. Además, la descarga adrenérgica asociada al estrés puede afectar la presión intraocular, un factor de riesgo para el glaucoma.

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Estrés y migrañas: un vínculo visual

La conexión entre el estrés y las migrañas es bien conocida, y estas últimas pueden tener manifestaciones visuales significativas. El aura migrañosa, caracterizada por el escotoma centellante (una zona de oscurecimiento visual con imágenes brillantes y móviles), es un ejemplo de cómo el estrés puede afectar tu visión indirectamente.

Para contrarrestar estos efectos, la doctora Hurtado enfatiza la importancia de adoptar hábitos que reduzcan el estrés. Esto incluye dedicar tiempo al descanso y la relajación, practicar técnicas como la meditación o el mindfulness, realizar ejercicio regularmente, preferiblemente al aire libre, y mantener una alimentación saludable rica en frutas y verduras. No subestimes el poder del contacto social, ya que interactuar con otros es fundamental para el bienestar emocional y la reducción del estrés.