La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad viral grave que debes conocer, especialmente si vives o viajas a zonas donde el virus está presente. Transmitida principalmente por garrapatas, esta afección puede causar síntomas severos y, en algunos casos, ser mortal. Conocer sus características y cómo se propaga es fundamental para protegerte y tomar las precauciones necesarias.

Este virus se encuentra en diversas regiones del mundo, afectando a animales como el ganado, y puede llegar a los humanos a través de picaduras de garrapatas o por contacto con fluidos de animales infectados. La prevención juega un papel clave para evitar su contagio, por lo que te explicamos en qué consiste y cómo puedes reducir el riesgo de exposición.

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¿Qué es y cómo se transmite la FHCC?

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad causada por un virus que pertenece a la familia Nairoviridae. Su transmisión a los humanos ocurre de varias maneras.

La forma más común de contagio es a través de la picadura de garrapatas infectadas, especialmente las del género Hyalomma. También puedes contraer el virus por contacto directo con la sangre o tejidos de animales infectados, como ganado, ovejas o cabras. Una tercera vía de transmisión, aunque menos frecuente, es de persona a persona, a través del contacto con sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de pacientes infectados. Esto último es un riesgo particular en entornos hospitalarios si no se aplican medidas de control adecuadas.

Síntomas y diagnóstico de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

Una vez que el virus ingresa a tu cuerpo, los síntomas pueden aparecer rápidamente y variar en intensidad. Reconocerlos a tiempo es crucial para buscar atención médica.

El período de incubación suele ser corto, de uno a tres días después de la picadura de garrapata, o de cinco a seis días tras el contacto con sangre o tejidos infectados. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta repentina, dolores musculares intensos, mareos, dolor de cabeza y cuello, así como dolor de espalda. También puedes experimentar sensibilidad a la luz, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. En casos graves, la enfermedad progresa a una fase hemorrágica, caracterizada por sangrados en la piel, las encías, la nariz y otros órganos, lo que puede llevar a un shock y fallo multiorgánico. El diagnóstico se confirma mediante pruebas de laboratorio que detectan el virus o sus anticuerpos en tu sangre.

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Prevención y tratamiento de la FHCC

La prevención es la mejor herramienta contra la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, ya que no existe una vacuna disponible para humanos. Adoptar medidas de protección es fundamental para evitar el contagio.

Evita las picaduras de garrapatas usando ropa protectora y repelentes al aire libre. Inspecciona tu cuerpo y el de tus mascotas después de pasar tiempo en zonas boscosas o con vegetación densa. Si trabajas con animales, usa guantes y equipo de protección para evitar el contacto con su sangre o fluidos. 

En cuanto al tratamiento, no hay un medicamento antiviral específico para la FHCC, pero se utiliza un fármaco llamado ribavirina en algunos casos. El manejo se centra en el soporte médico intensivo, que incluye mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos, y el control de los sangrados. La detección temprana y el cuidado de apoyo son vitales para mejorar las posibilidades de recuperación.