La mayoría de los casos de diarrea suelen ser infecciosos y autolimitados; causados por un virus, conocido como norovirus o rotavirus, o protozoos como la Giardia. La giardiosis suele durar entre 7 y 14 días, produciéndose al ingerir agua contaminada.
Susana Jiménez Contreras, especialista, indicó que la giardosis es una parasitosis producida por una bacteria de distribución mundial; en menores de cinco años, ocupa el tercer lugar entre los productores de la enfermedad diarreica.
Este parásito, en su ciclo vital, tiene dos formas: la inefectiva, presentándose como quiste, se elimina por las heces y sobrevive en ambientes húmedos. Trofofoito, con forma de pera, se encuentra en la parte más próxima del intestino delgado y es responsable de la enfermedad.
A pesar de que se conoce esta enfermedad como giardiasis, para designar las patologías causadas por parásitos lo correcto es usar el sufijo -osis, por lo que sería giardiosis.
¿Cómo se produce el contagio de la giardiosis?
La principal fuente de transmisión es el agua; luego los alimentos, asociándose a la ingesta de estos crudos y poco cocidos, y persona a persona, por vía fecal-oral.
En España hay un aumento significativo de casos de giardiosis a finales de verano y principio de otoño, es posible que esto sugiera una transmisión de origen hídrico, es decir, por el agua. Quizás el uso de aguas recreativas, en piscinas y parques acuáticos, durante los meses más calurosos, tenga algo que ver.
La diarrea es el síntoma más característico de la giardiosis; en orden de frecuencia, tras la presencia de diarrea, los pacientes llegan a sufrir dolor abdominal, fiebre, pérdida de apetito, molestias digestivas, náuseas o vómitos.
Si la persona cree padecer giardiosis, debe acudir inmediatamente a un centro asistencial, no automedicarse y entregarse a un médico de confianza. De esta forma se realice el diagnóstico y se descarte cualquier otra patología, que esté afectando la vida y el día a día del paciente en cuestión.