Algunas personas han suprimido las consultas al ginecólogo; que periódicamente deben realizarse, más allá de las citologías. Sin embargo, los expertos señalan claramente que sí es necesaria una revisión anual; ya que no es suficiente el control primario.
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Hay tres situaciones en las que es aconsejable una consulta, pero también pueden asumirse en la atención primaria. Los expertos señalan que es en a adolescencia, durante el embarazo y en la menopausia.
En la primera etapa, es conveniente que la adolescente reciba educación sanitaria y sexual; así como soluciones a cualquier problema derivado de la menstruación, frecuentes en los primeros años.
Cuando una mujer quiere quedar embarazada, se deben identificar y modificar los factores que puedan poner en riesgo el parto; y optimizar, igualmente, sus condiciones.
A partir de los 40 años, después de un año sin regla, pueden aparecer sofocos, alteraciones de la sexualidad y sequedad vaginal; algo que deben chequearse, urgentemente, con un ginecólogo.
Acudir al ginecólogo: diferentes opiniones
Lorenzo Armenteros, de la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia, refiere que desde la evidencia, no es necesaria una revisión periódica por un ginecólogo. Para una mujer sana, éste aboga por dotarlas de atenciones primarias; ya que con la citología, es suficiente.
Sin embargo, una opinión diferente tiene Casimiro Obispo, de la Sociedad Gallega de Ginecología; quien refiere que la revisión ginecológica debe producirse al menos cada dos años; así es más conveniente que una citología.
Asimsimo, destacan el papel de la ecografía vaginal periódica; a la que otorgan una importancia similar a la de la citología, a partir de la menopausia. Por último, es sumamente importante una revisión y prevención sanitaria en mujeres que llegan a la menopausia.