La pérdida involuntaria de orina se conoce como incontinencia urinaria. Puede variar en intensidad, por ejemplo ser tan leve que la persona la tolere sin consultar a un médico.
Pero también puede ser lo bastante severa como para requerir el uso de compresas o empapadores, entre otros.
Este problema de incontinencia puede afectar la vida social del paciente. Por ejempo, llevándolo a evitar situaciones sociales debido al miedo de ser descubierto por el olor de la orina.
Las consecuencias psicológicas e inmediatas de esto pueden causar desde estrés o ansiedad, e incluso hasta depresión. Ya que exponer al escarnio público es siempre un termo latente en ellos.
¿Quiénes padecen mas´de incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es más común en personas mayores, especialmente en aquellas que viven solas o en residencias. Las mujeres también son más propensas a padecerla, con aproximadamente el 30% de las mujeres adultas y hasta la mitad de las mujeres ancianas consideradas en riesgo.
¿Cuál es la prevalencia mundial de esta condición?
A nivel global, se estima que alrededor de 400 millones de personas podrían verse afectadas por la incontinencia urinaria.
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En España, se calcula que hasta seis millones de personas podrían tener este problema, ya que en muchos casos no buscan ayuda médica debido a la vergüenza. En los hombres, la edad y la cirugía del cáncer de próstata son las causas más comunes de incontinencia.
¿Cómo se diagnostica la incontinencia?
El diagnóstico de la incontinencia urinaria implica una exploración física que presta especial atención a la sensibilidad anal y perianal.
También se realizan procedimientos endoscópicos como la citoscopia y uretroscopia para descartar otras lesiones asociadas. La pielografía intravenosa es otra prueba utilizada para detectar posibles lesiones en los riñones y la vía urinaria que podrían ser responsables de la incontinencia urinaria.
Fuente: WebConsultas
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