Durante mucho tiempo se pensó que el tabaquismo era la única causa principal del cáncer de pulmón; pero la ciencia moderna ha desvelado mecanismos moleculares por los cuales la exposición a partículas contaminantes puede desencadenar la enfermedad. Es así, incluso en ausencia de tabaco.

El cáncer de pulmón en personas no fumadoras es una realidad preocupante y en aumento, y la contaminación del aire es un factor clave detrás de este fenómeno. Imagen superior de Roman Kogomachenko en Pixabay

Los Agentes Contaminantes Implicados

El principal culpable son las partículas finas en suspensión, especialmente las conocidas como PM2.5 (partículas con un diámetro inferior a 2.5 micrómetros). Estas partículas, provenientes de la quema de combustibles fósiles (tráfico vehicular, industria, calefacción), incendios forestales y otras fuentes, son lo suficientemente pequeñas como para penetrar profundamente en los pulmones y llegar incluso al torrente sanguíneo.

La Contaminación del Aire
Imagen superior de Peter H en Pixabay

Otros contaminantes atmosféricos que también contribuyen son los óxidos de nitrógeno (NOx), el ozono troposférico y los compuestos orgánicos volátiles.

El Mecanismo Molecular: Inflamación y Mutaciones Preexistentes

Investigaciones recientes, incluyendo estudios publicados en revistas como Nature, han comenzado a esclarecer cómo la contaminación del aire provoca cáncer de pulmón en no fumadores:

Activación de la Inflamación Crónica

Las partículas PM2.5 y otros contaminantes actúan como irritantes constantes en los pulmones. Esto desencadena una respuesta inflamatoria crónica en el tejido pulmonar. La inflamación prolongada crea un ambiente propicio para el desarrollo y la progresión del cáncer. Las células inmunitarias liberan sustancias proinflamatorias, como la interleucina-1β (IL-1β), que pueden promover el crecimiento de células con potencial maligno.

Activación de Células con Mutaciones Preexistentes

Contrario a la idea de que la contaminación crea nuevas mutaciones en el ADN de cero (como lo hace el humo del tabaco), el nuevo entendimiento sugiere un mecanismo diferente y alarmante:

Muchas personas, fumadoras y no fumadoras, tienen mutaciones «conductoras» (conocidas como driver mutations) en sus células pulmonares normales. Por ejemplo, las mutaciones en los genes EGFR (Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico) y KRAS. Estas mutaciones pueden ser adquiridas naturalmente con el envejecimiento o por otras razones desconocidas, sin que necesariamente causen cáncer.

La Contaminación del Aire
Imagen de max leroy en Pixabay

La exposición a la contaminación del aire, a través de la inflamación que genera (mediada por la IL-1β), parece activar la proliferación selectiva de estas células pulmonares que ya albergan mutaciones preexistentes en EGFR o KRAS. En otras palabras, la contaminación no necesariamente daña el ADN para crear una mutación nueva, sino que «despierta» y hace proliferar a células que ya tienen estas mutaciones latentes. Así, las transforma en células cancerosas.

Esto es particularmente relevante, porque las mutaciones en EGFR son prevalentes en el cáncer de pulmón en no fumadores. Especialmente en mujeres y personas de ascendencia asiática. Esto encaja con las observaciones epidemiológicas sobre la enfermedad.

Daño Indirecto y Estrés Oxidativo

Aunque el mecanismo principal no sea la creación directa de mutaciones de novo como con el tabaco, la exposición a largo plazo a contaminantes también puede generar estrés oxidativo y daño indirecto al ADN y a los mecanismos de reparación celular, contribuyendo al ambiente cancerígeno.

Consecuencias y Perspectivas

Este nuevo entendimiento es crucial porque:

  • Explica el aumento de casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado. Incluso en regiones con altos niveles de contaminación pero bajas tasas de tabaquismo.
  • Ofrece nuevas vías para la prevención y el tratamiento. Si la inflamación es el «detonante», las estrategias que reduzcan la inflamación pulmonar podrían ser clave. De hecho, se está investigando si los inhibidores de la IL-1β (como el canakinumab) podrían tener un papel en la prevención del cáncer de pulmón en estas poblaciones de riesgo.
  • Subraya la urgencia de implementar políticas más estrictas para reducir la contaminación del aire a nivel global, ya que afecta a la gran mayoría de la población mundial y es una amenaza para la salud pública comparable al tabaquismo en algunos aspectos.

La Contaminación del Aire
Foto de Tima Miroshnichenko en Pexels

Si bien fumar sigue siendo el principal factor de riesgo para el cáncer de pulmón, la contaminación del aire es un carcinógeno de Grupo 1 reconocido por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) y su impacto en la salud de los no fumadores es un desafío creciente.

Información relacionada en ABC

A tu salud… ¡Salud por todos los medios! Síguenos por nuestras redes sociales…