La fiebre de Oropouche tiene la capacidad de crecer y, de hecho, ya está presente en varios países de América Latina. El virus Oropouche, causante de esta enfermedad, es transmitido principalmente a los humanos a través de la picadura de jejenes infectados. Particularmente de la especie Culicoides paraensis. Algunas especies de mosquitos del género Aedes también pueden actuar como vectores
La fiebre de oropuche podría crecer en América Latina | Imagen superior de Pete en Pixabay
Este patrón de transmisión a través de vectores artrópodos facilita la propagación del virus en regiones donde estos insectos son comunes. Así, se convierte en un riesgo en gran parte de las zonas tropicales y subtropicales de América Latina.
Brotes y Factores de Expansión
A lo largo de los años, se han documentado brotes de fiebre de Oropouche en diversos países de Sudamérica y el Caribe. Brasil ha sido el país con el mayor número de casos reportados, pero también se ha detectado la presencia del virus y brotes en Bolivia, Colombia, Cuba, Perú y la República Dominicana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación por el potencial de expansión de este virus en la región, evaluando el riesgo sanitario como alto.

Se ha observado que el virus está apareciendo en áreas fuera de la tradicional Cuenca del Amazonas, lo que sugiere una posible expansión geográfica. Factores como el cambio climático, la deforestación y la urbanización podrían estar contribuyendo a esta propagación al alterar los ecosistemas y aumentar el contacto entre los humanos, los vectores y los posibles reservorios del virus.
Situación en Venezuela y Medidas de Prevención
En cuanto a Venezuela, aunque la información específica sobre un crecimiento reciente y significativo de la fiebre de Oropouche a la fecha actual (20 de abril de 2025) no se encuentra directamente detallada en los resultados de búsqueda, es importante considerar que el país se ubica en una región donde otros arbovirus transmitidos por mosquitos y jejenes son prevalentes. Por lo tanto, las condiciones ecológicas y la presencia de los vectores adecuados podrían permitir el establecimiento y la propagación del virus Oropouche en el territorio venezolano.

Ante la ausencia de vacunas o tratamientos antivirales específicos, las medidas de prevención se centran en el control de los vectores y la protección personal contra las picaduras de jejenes y mosquitos. Estas incluyen el uso de repelentes, ropa protectora, mosquiteros y la eliminación de criaderos de insectos en las viviendas y sus alrededores. Es crucial que las autoridades de salud mantengan una vigilancia epidemiológica activa para detectar y responder a posibles brotes de manera oportuna.
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