La fisetina es un flavonol natural presente en diversas frutas y verduras. Emerge como un compuesto bioactivo de gran interés científico, debido a sus prometedoras propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Su potencial como agente senolítico, abre nuevas vías para la investigación en el ámbito del envejecimiento saludable

Explorando las propiedades de la fisetina

La fisetina es un tipo de flavonoide que se encuentra de manera natural en una variedad de plantas. Está contenida en frutas como las fresas, manzanas y caquis, así como en verduras como las cebollas y los pepinos. Imagen superior de Waskyria Miranda en Pexels.

La fisetina
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Como miembro de la vasta familia de los polifenoles, la fisetina contribuye a la pigmentación de muchas especies vegetales. Exhibe una estructura química compleja, que le confiere una serie de propiedades biológicas de gran interés para la ciencia. Su presencia, aunque a menudo en concentraciones modestas en la dieta humana, la convierte en un componente potencialmente relevante para la salud y el bienestar.

Potente acción antioxidante: un escudo contra el estrés celular

Una de las características más notables de la fisetina es su significativa actividad antioxidante. En el organismo, los procesos metabólicos normales y la exposición a factores ambientales como la contaminación y la radiación pueden generar radicales libres, moléculas inestables capaces de dañar las estructuras celulares, incluyendo el ADN, las proteínas y los lípidos.

La fisetina
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Este daño oxidativo se considera un factor clave en el proceso de envejecimiento y en el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas. La fisetina ha demostrado in vitro y en modelos animales la capacidad de neutralizar estos radicales libres, actuando como un potente agente protector contra el estrés oxidativo y contribuyendo así a la preservación de la integridad celular.

Propiedades antiinflamatorias: modulando la respuesta del organismo

Además de su poder antioxidante, la fisetina ha exhibido importantes propiedades antiinflamatorias. La inflamación es una respuesta biológica compleja que, si bien es esencial para la curación y la defensa contra patógenos, puede volverse perjudicial cuando se cronifica. La inflamación crónica subyace a muchas enfermedades prevalentes, como las enfermedades cardiovasculares, la artritis, la diabetes tipo 2 y ciertas formas de cáncer. Estudios preclínicos sugieren que la fisetina puede interferir con diversas vías de señalización inflamatoria, inhibiendo la producción de moléculas proinflamatorias y modulando la actividad de enzimas clave involucradas en el proceso inflamatorio. Esta capacidad podría tener implicaciones terapéuticas en el manejo de condiciones inflamatorias crónicas.

El prometedor rol senolítico: eliminando las células envejecidas

Un área de investigación particularmente excitante sobre la fisetina es su potencial como agente senolítico. La senescencia celular es un proceso por el cual las células envejecen y dejan de dividirse, pero en lugar de morir, persisten en los tejidos, liberando un cóctel de sustancias proinflamatorias y enzimas que pueden dañar las células vecinas y contribuir al deterioro de los tejidos. La acumulación de estas células senescentes se considera un motor importante del envejecimiento y de las enfermedades asociadas a la edad. Investigaciones recientes han identificado a la fisetina como uno de los compuestos naturales con la capacidad de inducir la apoptosis, o muerte celular programada, en las células senescentes en modelos preclínicos. La eliminación selectiva de estas células disfuncionales podría tener efectos rejuvenecedores y protectores contra las enfermedades relacionadas con la edad.

Potencial Neuroprotector: defendiendo la salud del cerebro

La fisetina también ha mostrado promesa en el ámbito de la neuroprotección. Estudios sugieren que este flavonol podría tener la capacidad de proteger las neuronas del daño causado por el estrés oxidativo y la inflamación, dos factores importantes en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Algunas investigaciones en modelos animales han indicado que la administración de fisetina podría mejorar la función cognitiva y reducir la patología asociada a estas enfermedades. Se cree que sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, combinadas con su capacidad para modular las vías de señalización celular en el cerebro, podrían contribuir a estos efectos protectores. Sin embargo, se necesitan ensayos clínicos en humanos para confirmar estos hallazgos y determinar la eficacia de la fisetina en la prevención o el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.

Consideraciones sobre la suplementación y la investigación futura

Debido a la creciente evidencia de sus posibles beneficios para la salud, la fisetina está disponible como suplemento dietético. Estos suplementos a menudo contienen concentraciones más altas de fisetina que las que se encuentran típicamente en los alimentos. Sin embargo, es importante abordar la suplementación con precaución y bajo la guía de un profesional de la salud. La investigación sobre la dosis óptima, la biodisponibilidad y la seguridad a largo plazo de la fisetina en humanos aún está en sus etapas iniciales. Los estudios futuros deberán centrarse en la realización de ensayos clínicos bien diseñados para evaluar la eficacia de la fisetina en diversas condiciones de salud y para determinar las dosis seguras y efectivas para la suplementación en humanos aquí en Caracas y en el resto del mundo.

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