La iridotomía es un procedimiento quirúrgico con láser; que se realiza de manera rápida, fácil y eficaz en el iris, para tratar algunos tipos de glaucoma. Esta intervención quirúrgica se realiza como tratamiento preventivo o profiláctico para el glaucoma de ángulo cerrado. También se aplica a casos de melanoma del iris y glaucoma pigmentario. El procedimiento se emplea desde el año 1984 y reemplazó al tratamiento tradicional; que requería la apertura del globo ocular y extirpar manualmente la parte del iris.

¿Cuándo se utiliza la iridotomía?

La iridotomía es un tratamiento eficaz para el glaucoma agudo por cierre angular; que se produce cuando el drenaje del humor acuoso se cierra completamente y de manera repentina, ante un estrechamiento del ángulo que forman el iris y la córnea.

Cuando esto sucede, el líquido empieza a acumularse en el interior del ojo y aumenta la presión intraocular; pudiendo causar daños en el nervio óptico principal, y generar la pérdida de visión por glaucoma. Este es un caso poco frecuente; pero se debe considerar una emergencia médica y tratarse de manera inmediata.

La iridotomía láser se utiliza también para restablecer una configuración normal del iris. Por esto se recomienda a aquellos pacientes con síndrome de dispersión pigmentario.

¿Cómo se realiza la iridotomía?

La iridotomía es un procedimiento sencillo, rápido y ambulatorio que utiliza el láser tipo YAG (yttrium aluminium garnet). Su principal ventaja es el alto grado de precisión que tiene.

El especialista aplicará unas gotas para contraer la pupila media hora antes del procedimiento; luego colocará otras gotas con anestésico local, que evitará molestias al paciente.

Este procedimiento se realiza con un microscopio especial que tiene el láser incorporado. El especialista dirige el láser hacia el borde del iris y lo aplica.

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¿Cómo es la recuperación?

La mayoría de los pacientes se recuperan por completo a las 24 horas. Es posible que presente alguna molestia tras la intervención; sin embargo, las personas pueden realizar sus actividades cotidianas, excepto conducir.

También pueden experimentar visión borrosa y sensibilidad a la luz. El ojo puede permanecer un poco rojo y es frecuente el dolor de cabeza leve.

Es habitual que se receten algunas gotas antiinflamatorias oftálmicas por algunos días. En un máximo de 72 horas, el paciente habrá recuperado la visión normal.

La iridotomía tiene una efectividad cercana al 100 %. Es necesario complementar la intervención con un tratamiento adicional; de igual forma, algunos pacientes requieren de varias intervenciones sucesivas; ya que es posible que el agujero abierto con el láser se cierre.

Posibles riesgos y complicaciones

La iridotomía es una intervención muy segura en la que rara vez se presentan complicaciones. La más habitual de ellas es la inflamación; también se puede dar lugar a un aumento temporal de la presión intraocular. Además, existe el riesgo de que se produzca una hemorragia en la cámara anterior del ojo; esto puede ser pasajero y no requiere de medidas adicionales.

Fuente: Mejor Con Salud

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