Los beneficios del sexo en la tercera edad son muchísimos, empezando porque hacen sentir más feliz a quienes lo practican. Pero, lamentablemente, en nuestra sociedad se considera un tabú la posibilidad de mantener activa la sexualidad después de los 65 años.

La mayoría de la gente piensa que el sexo solo está destinado para los jóvenes bellos y delgados. Sin embargo, estudios científicos muestran que mantener una sexualidad activa cuando ya se es mayor contribuye a mejorar la calidad de vida. Y lo que es más importante, ayuda a ser más felices a estas personas, sostiene la psicóloga y sexóloga Sophia Behrens.

“La sexualidad sana puede estar presente en todas las etapas de la vida del ser humano”, dice la también terapeuta cognitiva-conductual.

Sin embargo, hay personas, principalmente las mujeres, que dejan de practicar la sexualidad al llegar a la tercera edad. Un estudio hecho en España encontró que el 62 % de los hombres de este grupo etario son sexualmente activos. En el caso de las mujeres el índice es mucho más bajo, es de 37 %. “Esto indica -dice Behrens – que hay un grupo importante de personas por encima de los 65 años que bajan su frecuencia sexual”.

¿Por qué dejamos el sexo en la tercera edad?

Hay varias razones por las que las personas de la tercera edad abandonan su vida sexual. La enfermedad es una de ellas. “En una persona no saludable, por supuesto, el deseo sexual disminuye y la actividad sexual tiende a bajar o a desaparecer”, explica Behrens.

“La viudez o el divorcio es otra razón. Muchas veces las personas vinculan la sexualidad al hecho de tener pareja. Pero resulta que hay una parte de la sexualidad que es muy importante, y es la sexualidad individual. Es decir, así como la sexualidad no es exclusiva de jóvenes bellos y delgados, tampoco es exclusiva de la pareja. La persona puede ejercer su actividad sexual de manera individual”, sostiene. 

Lea también: ¡La ansiedad buena existe!

También suele haber una asociación de la sexualidad con la reproducción. “En estos casos, la persona cree que como ya no está en edad de reproducirse entonces el sexo no tiene sentido”, prosigue. Sin embargo, aclara que la sexualidad tiene aristas distintas a la reproducción, como la relacional, por ejemplo, que es la de vincularte con la pareja.

“Y, por supuesto, está la de sentir placer, que es muy importante”, añade. 

Los beneficios de la sexualidad en la tercera edad

Para reactivar la vida sexual lo primero “que hay que hacer es reconocer que la sexualidad sana es beneficiosa a cualquier edad”. Y, por tanto, también lo es a la tercera edad.

“Los beneficios del sexo en la tercera edad son muchos”, asegura la experta.

“Uno de ellos es que mejora las capacidades cognitivas de la persona. Hay estudios que dicen que las personas de la tercera edad que tienen actividad sexual al menos una vez al mes, fíjense que no es una frecuencia muy alta, en pareja o individual, mejoran sus funciones cognitivas”.

“Y otra muy importante: hace lucir más joven a la persona. ¡La actividad sexual hace lucir siete años más joven a quien la practica!”, asegura Behrens.

Las personas que practican sexo también tienen una percepción más positiva con respecto a su edad; son menos propensos a sentirse viejos, lo que es otro de sus beneficios. “Se ven más saludables y tienen menos signos de depresión”, dice la experta.

El deseo sexual en la tercera edad

Un tema muy ligado al tema de la sexualidad y al paso de los años es la merma del deseo. Behrens explicó que esto sucede porque, en general, las personas tienden a sacar de su mente las cosas que ya no considera importantes o beneficiosas. Y eso también puede pasar con el sexo cuando deja de practicarse.

Pero, atención, hay formas muy simples para activar el deseo sexual y propiciar una actividad plena en esta etapa de la vida.

“Conocer los beneficios que aporta la sexualidad a la salud física, mental y personal ya debería ser un factor para estimular el deseo sexual perdido”, dice Behrens.

“Lo otro es incorporar el contenido sexual a la mente de las personas. ¿Qué cómo se hace eso? Pues de varias formas”, explica.

Una es traer de nuevo a la conciencia los recuerdos sexuales positivos, que a esta edad pueden ser muchos. “A los 65 años es mucha la actividad sexual que puede haber tenido una persona, tanto con parejas como consigo misma. Recordar momentos sexuales positivos es una manera de activar, de incorporar la sexualidad en el campo de la conciencia. Y eso se asocia a la activación del deseo sexual”.

Otra forma es incluir fantasías sexuales. “En estos casos recomiendo que las escriban, que hagan una especie de inventario de sus fantasías sexuales. Al hacerlo, después las pueden leer y repasar en la fantasía este contenido sexual. Esto también activa el deseo sexual”.

El erotismo y cómo despertarlo

Revisar material erótico es otra alternativa válida para recuperar el deseo sexual. “A la gente que le gusta leer le recomiendo libros con contenido erótico porque activa muchísimo el elemento fantasioso. Cuando le gente lee generalmente va imaginando lo que está leyendo, lo que está pasando en el libro, y eso puede resultar muy positivo”.

Foto de Marcus Aurelius en Pexels

“También puede servir ver películas con contenido erótico. Fíjense que hablo de erotismo, que me gusta más que lo explícito, que la pornografía. Lo implícito te activa más la imaginación, especialmente a las mujeres. Lo explicito está más orientado a activar la excitación. El erotismo, que es lo implícito, activa más el deseo, que es lo que nos interesa en este caso”.     

Hasta aquí ya hay una buena lista de los beneficios del sexo en la tercera edad. Aun así, Behrens termina con otro dato importantísimo que aportó un estudio publicado por la Sociedad Americana de Gerontología (SAG).

Las personas de la tercera edad que mantienen una sexualidad de algún tipo, al menos una vez al mes, son “muy felices” con su vida.

Imagen destacada de SHVETS production en Pexels