A pesar de ser unos de los medicamentos más usados, muchas personas no toman correctamente los antihistamínicos para cuidarse de las reacciones alérgicas.
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El doctor Derek Chu estudia las alergias en la Universidad McMaster. Sugiere que los usuarios deben revisar cuáles medicamentos se prescriben habitualmente para sus reacciones alérgicas.
En general existen antihistamínicos de primera y segunda generación; siendo los más potentes y modernos, los mejores a la hora de tratar síntomas como la rinitis alérgica o la urticaria; pero los más viejos, suelen estar asociados con sedantes, causantes de somnolencia, alteraciones cognitivas o muerte por sobredosis.
Los antihistamínicos forman parte de los grupos más usados incorrectamente en todo el mundo. Esencialmente tiene como finalidad aliviar síntomas alérgicos, pero no tiene como objetivo mejorar el asma, tos o insomnio
Los de primera generación causan efectos secundarios significativos; en ocasiones, pueden llegar a ser fatales. Medicamentos como la difenhidramina o hidroxizina pueden causar somnolencia, alteraciones del rendimiento y problemas de atención. Una sobredosis puede ser letal.
Mientras que los de segunda generación son igual de asequibles, más seguros y eficaces. Estudios demostraron que son más efectivos y sus efectos duran más, con algunos secundarios asociados.
Las personas no deben usar antihistamínicos en lugar de adrenalina para tratar la anafilaxia; estos fármacos orales pueden usarse con inyecciones, pero solo en casos graves.
En caso de sufrir alguna alergia, deberías tomar tu antihistamínico como lo haces normalmente; sin embargo, de presentar alguno de los síntomas descritos arriba, debes consultar con tu médico.
Debes recordar la peligrosidad de la automedicación; las personas únicamente deben acudir a esto si previamente tienen el visto bueno del médico de confianza o un especialista.