Los síntomas del accidente cerebrovascular (ACV) pueden ser varios y por ello, de hecho, se habla de un espectro de síntomas. Por eso es importante aprender a reconocer estos avisos, estas señales que nos pueden indicar que estamos ante un evento de este tipo. De ello y de la rapidez con la que actuemos dependerá en mucho que podamos preservar nuestra calidad de vida. A continuación, te ayudamos a que puedas identificar esos síntomas.

Las causas por las que se produce un accidente cerebrovascular también pueden ser varias, de acuerdo a la explicación del Dr. Vladimir Fuenmayor, neurólogo del Centro Médico Docente La Trinidad. “Lo puede ocasionar la obstrucción de una tubería o arteria que lleva la sangre al cerebro o la ruptura de la misma. También por algún coagulo que venga de otra parte del cuerpo y pueda obstruir esa tubería”, sostiene.

Cuando se produce por obstrucción de la arteria se habla de trombosis. Cuando se rompe, se habla de accidente cerebrovascular hemorrágico. Y cuando se produce por un coágulo que viene de otra parte se trata de un accidente cerebrovascular embólico. “Estos son los tres grandes tipos de ACV que uno maneja en la práctica diaria”, dice.

“También pueden existir combinaciones. Hemos visto casos de un ACV que comienza como un infarto cerebral – o isquemia – y termina complicándose con una hemorragia. O podemos tener un ACV embólico que también eventualmente se puede terminar complicando como una hemorragia. Pero más o menos, grosso modo, este es el espectro de la enfermedad”, sostiene. 

Los factores de riesgo

Existen factores que pueden incidir para que una persona determinada tenga más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que otra. Unos son los llamados factores modificables. Pero hay otro factor que no es modificable, que es el genético.

“Si muchos en mi familia han tenido elementos de ACV, definitivamente yo tendré el riesgo de sufrirlo. Y si a ese factor genético le sumo los otros, los factores modificables, definitivamente tendré más cupones para sacarme un ACV”, apuntó Fuenmayor.

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Los factores modificables incluyen la presión arterial alta, las grasas altas (colesterol y triglicéridos), el ser fumador, sobrepeso y sedentarismo.

“Si se tiene el factor genético no quiere decir que necesariamente va a tener un ACV. Alguien puede tener la genética para una determinada enfermedad. Pero para que esa enfermedad se presente es necesario que ese gen se exprese y la expresión genética depende de otras variables. Pero si a eso le sumo los factores modificables, entonces sí estoy en alto riesgo”, advirtió el neurólogo.

“A esto es a lo que llamamos las ´red flags´, las banderas rojas”, dijo Fuenmayor. “Son estos signos que nos deben obligar a considerar acudir inmediatamente a un médico ante la sospecha de que estemos enfrentando un evento cerebrovascular”.

Qué hacer ante los síntomas del accidente cerebrovascular

Los síntomas del accidente cerebrovascular más fácilmente identificables incluso para quienes no son médicos ni expertos son los siguientes:

. Cefálea, es decir, un dolor de cabeza muy severo

. El adormecimiento de un brazo o una pierna

. La alteración del lenguaje de manera súbita, abrupta. Si es imposible articular palabras

. Desviación de rasgos faciales agudos, repentinos, súbitos

. Pérdida de la visión o visión borrosa

“Todos estos elementos nos pueden hacer pensar en la posibilidad de que estamos cursando con un ictus o una enfermedad cerebrovascular o un ACV”, precisa Fuenmayor.

“La importancia de identificar estos elementos – dice – radica en que hoy en día tenemos lo que llamamos la ventana. Si antes de las cuatro horas y media acudimos a un centro, la posibilidad de salvar o recuperar ese tejido nervioso o cerebral es inminente”.

“Es muy importante tratar de identificar estos signos de alarma. Si existen, acudir a un centro en ese lapso de tiempo de esas cuatro horas y media. Así se podrá tratar de tapar esa arteria y minimizar el daño que se pudiera estar presentando”.

El especialista no descarta que puedan surgir complicaciones derivadas de las sustancias que se utilizan para intentar tapar la arteria. “Como todo fármaco, también tienen sus factores de riesgo”, dice.

“Pero si tenemos el signo de alarma, la sospecha, debemos acudir a un facultativo o a un centro que pueda dar ese servicio. Si estamos en esa ventana de las cuatro horas y media se puede intentar destapar esa arteria obstruida por un trombo o coágulo”, concluyó.

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