El masaje de tejido profundo, es una forma de masaje terapéutico, se ha vuelto cada vez más más popular. Se trata de una técnica dedicada a penetrar en las construcciones más profundas del tejido muscular y la fascia, también denominado tejido conectivo.

¿Qué es un masaje de tejido profundo?

El masaje de tejido profundo es una técnica bastante positiva para intentar disminuir la tensión muscular acumulada de deportistas; o las personas que sufren de dolores musculares crónicos provocados por la ejecución de ocupaciones físicas severas; la adopción reiterada de malas posturas, situaciones continuadas de estrés o heridas duraderas.

¿Cuáles son sus beneficios?

  • Alivio del dolor muscular, por medio de un masaje relajante; sin que importe que tan intenso sea el dolor, donde esté o cuánto tiempo tenga desarrollándose.
  • Optimiza la movilidad del músculo, en heridas musculares previas.
  • Reduce el estrés y la ansiedad, provocadas por heridas musculares fuertes.
  • Disminuye los inconvenientes de presión arterial alta; al reducir el estrés, la presión arterial también baja y se ubica en los valores recomendados.
  • Ayuda en la recuperación a los deportistas de alto rendimiento; se ejerce la presión indicada, para que el músculo no se encuentre tenso por el momento.
  • Acelera la circulación. Debido a que los músculos permanecen en constante estimulación, los vasos sanguíneos fluyen con más facilidad.
  • Disminuye los dolores causados por la artritis; aun cuando las articulaciones sean las más dañadas, este procedimiento tiene técnicas que puede aliviar el dolor.
  •  Ayuda al drenaje linfático, al usar técnicas parecidas a las del masaje reductor.
Masaje de tejido profundo
Imagen referencial: Elly Fairytale en Pexels

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¿Cómo se realiza el masaje de tejido profundo?

La primera fase, previa al masaje de tejido profundo, es detectar las regiones exactas en las que se origina el problema. Hecho ésto, el especialista le pedirá al individuo que se acueste boca abajo o boca arriba, conforme el área que se quiere tratar.

Todo empieza con una serie de calentamiento de los músculos con toques ligeros. Superada la etapa de adecuación, se inicia el masaje lento (con los pulgares, nudillos, codos y antebrazos); y la presión profunda –con cierta variabilidad– para llegar a la profundidad deseada.

La duración promedio del masaje oscila entre los 60 y 90 minutos; lo cual dependerá del grado de tensiones acumuladas y su localización.

Finalmente, es fundamental acotar que la presión percibida es alta e inclusive superior a la que podría sentirse con un masaje sueco. Sin embargo, la sensación tiene mucho que ver con el nivel de sensibilidad de el individuo.

¿Puede doler?

Un masaje de tejido profundo llevado a cabo con la técnica perfecta no debe provocar dolor. Aun cuando, claramente, la presión que se tiene que ejercer para aflojar los nudos pueda ser incomoda para algunas personas.

Lo cierto es que existe la probabilidad de que se sienta alguna incomodidad al día siguiente. No obstante, no llega al grado de dolencia; y la reducción de los inconvenientes en los músculos tratados es casi instantánea.

Con información de: Mejorconsalud

Foto destacada por:  Anna Tarazevich en Pexels

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