La narcolepsia es un trastorno crónico del sueño, caracterizada por una somnolencia diurna en exceso. Se le pueden asociar algunos síntomas, también frecuentes, derivados de una transición patológica a un sueño REM; como ataques de pánico, cataplejías y alucinaciones.

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Las cataplejías pueden desarrollar emociones fuertes o repentinas; desde reírse por una broma, hasta verse sorprendidos porque alguien le pregunte una dirección en la calle. Las personas comienzan a perder el tono muscular. Habitualmente afectan a pocos músculos, principalmente los del cuello, cara y rodillas.

En un ataque de sueño durante el día, la vida de la persona puede estar en riesgo. No es comparable a sufrir una cataplejía, o un ataque de sueño intenso mientras comemos.

narcolepsia
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En algunas ocasiones, los pacientes no se duermen por completo, pero la somnolencia intensa les lleva a realizar un comportamiento automático; las consecuencias dependen del mismo modo de la situación en la que estén. Por ejemplo, puedes estar en medio de una conversación y perder el hilo, o escribir un texto con múltiples errores.

Entre lo que opinan los expertos está que a nivel de la microestructura del sueño, se genera una mala calidad del mismo. Asimismo, existe una seria dificultad para iniciar y mantener el sueño.

Mitos alrededor de la narcolepsia

Contrario a la creencia popular, no eres un vago. Los ataques de sueño, producto de esta enfermedad, pueden presentarse en situaciones inoportunas.

Dormir una siesta hace que duermas peor en la noche. Esta afirmación es incorrecta; los pacientes con narcolepsia se benefician con siestas cortas.

Si tomas alcohol, mejora tu sueño. El alcohol quizá crea una sensación de relajación, pero fragmenta el sueño nocturno y empeora su calidad. 

Con información de: Cuidateplus

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