En la búsqueda constante de la longevidad y la salud óptima, la ciencia ha centrado su atención en la proteína Cloto. Esta sustancia, descubierta inicialmente en 1997 por el investigador japonés Masaru Moto, ha demostrado ser un poderoso supresor del envejecimiento biológico en modelos de estudio.

El Dr. Juan Carlos Méndez, especialista en medicina anti-envejecimiento, explica que los estudios iniciales demostraron que la ausencia de esta proteína aceleraba el envejecimiento prematuro. Actualmente, las investigaciones se están traspolando a los humanos, observándose que las personas con una alta producción de Cloto tienden a tener una mayor longevidad y se asocian a las llamadas «zonas azules».

Imagen de Daniel Reche en Pixabay

¿Qué es y cómo combate el envejecimiento?

La función principal de la proteína Cloto es actuar como un protector sistémico contra el deterioro celular. Se le considera un supresor del envejecimiento por su impacto en la salud de los órganos vitales.

Una de sus principales acciones se da en el endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos. Al mantener esta capa en óptimas condiciones, especialmente en el riñón (uno de los principales productores de Cloto), se asegura una buena filtración glomerular y se evita la formación de arteriosclerosis.

Además de su rol protector vascular, la proteína Cloto tiene un potente efecto inductor antioxidante. Activa la glutatión, lo que permite neutralizar los radicales libres oxidativos, que son la principal causa del desgaste y el envejecimiento de los tejidos.

Estrategias para estimular su producción

La buena noticia es que existen acciones concretas, respaldadas por la ciencia anti-envejecimiento, que puedes implementar para fomentar que tu cuerpo produzca una cantidad suficiente de proteína Cloto.

Puedes influir en la activación del gen del cromosoma 13, responsable de su producción, a través de cambios en tu estilo de vida:

  • Ejercicio de alta intensidad (HIIT): Realizar entrenamientos de alta intensidad o ejercicios de fuerza con resistencia tipo fallo.
  • Sueño adecuado: Asegurar un descanso nocturno de calidad favorece la producción hormonal necesaria.
  • Suplementación: Se ha observado que la vitamina D y la cúrcuma favorecen la activación del gen. La cúrcuma, por ejemplo, ayuda a regular citoquinas que impactan positivamente en el proceso.

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Inductores y respaldo científico

Más allá de los hábitos básicos, la medicina anti-envejecimiento está desarrollando inductores directos. Estos productos, conocidos como Cloto Inducers, son suplementos diseñados para provocar que tu cuerpo aumente su propia producción de la proteína.

El trabajo científico es amplio y sigue evidenciando el impacto de Cloto. Los estudios no solo se centran en el riñón, sino también en cómo evita infartos cardíacos y cerebrales, manteniendo tus tejidos y órganos biológicamente jóvenes y saludables.