El cáncer de colon, también conocido como cáncer de intestino grueso o cáncer colorrectal (cuando afecta también al recto), es un tipo de cáncer que se origina en el colon, la parte más larga del intestino grueso. El colon es responsable de procesar los desechos del cuerpo y eliminar el agua de las heces

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La mayoría de los cánceres de colon comienzan como pólipos, crecimientos anormales en el revestimiento interno del colon. Estos pólipos suelen ser benignos (no cancerosos), pero algunos tipos, especialmente los adenomatosos, pueden volverse cancerosos con el tiempo. La velocidad a la que un pólipo se convierte en cáncer varía, pero generalmente es un proceso lento que puede llevar varios años.

¿Qué es el cáncer de colon?
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El cáncer de colon puede desarrollarse en cualquier parte del colon y, si no se detecta y trata a tiempo, puede invadir las capas más profundas de la pared del colon y diseminarse (metastatizar) a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el hígado y los pulmones.

¿Qué es el cáncer de colon?
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Existen diferentes tipos de cáncer de colon, siendo el más común el adenocarcinoma, que se origina en las células glandulares que recubren el colon. Otros tipos menos frecuentes incluyen tumores carcinoides, sarcomas y linfomas.

Las causas exactas del cáncer de colon no se conocen por completo, pero se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Estos incluyen:  

  • Edad avanzada: La mayoría de los casos se diagnostican en personas mayores de 50 años.
  • Antecedentes personales de pólipos o cáncer de colon: Haber tenido pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal previamente aumenta el riesgo.
  • Antecedentes familiares de cáncer de colon: Tener familiares cercanos con la enfermedad también incrementa el riesgo.
  • Enfermedades inflamatorias intestinales: Condiciones crónicas como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn aumentan el riesgo.
  • Síndromes hereditarios: Algunas condiciones genéticas raras, como la poliposis adenomatosa familiar y el síndrome de Lynch, aumentan significativamente el riesgo.
  • Dieta: Una dieta baja en fibra y alta en grasas, carnes rojas y procesadas se ha asociado con un mayor riesgo.
  • Obesidad y sobrepeso.
  • Inactividad física.
  • Tabaquismo.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Diabetes tipo 2.
  • Raza: Las personas de raza negra tienen un mayor riesgo de desarrollar y morir por cáncer colorrectal.

Los síntomas del cáncer de colon pueden variar según el tamaño y la ubicación del tumor, y en las etapas tempranas, muchas personas pueden no experimentar ningún síntoma. Sin embargo, a medida que el cáncer avanza, se pueden presentar los siguientes signos:

  • Cambios persistentes en los hábitos intestinales: Diarrea, estreñimiento o cambios en la consistencia de las heces que duran varios días.
  • Sangrado rectal o presencia de sangre en las heces: Las heces pueden verse oscuras o con sangre roja brillante.
  • Dolor o cólicos abdominales.
  • Sensación de que el intestino no se vacía por completo.
  • Pérdida de peso inexplicable.
  • Debilidad o fatiga.
  • Heces más estrechas de lo normal.

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El tratamiento del cáncer de colon depende de la etapa en la que se diagnostique, la ubicación del tumor, la salud general del paciente y otros factores. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Cirugía: Es el tratamiento más común y a menudo curativo, especialmente en las etapas tempranas. Puede implicar la extirpación del pólipo (polipectomía), la resección de una parte del colon (colectomía parcial) o, en casos más avanzados, la extirpación de todo el colon (colectomía total).
  • Quimioterapia: Se utilizan medicamentos para destruir las células cancerosas. Puede administrarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor, después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa restante o como tratamiento principal en etapas avanzadas.  
  • Radioterapia: Se utilizan rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. Se utiliza con menos frecuencia en el cáncer de colon en comparación con el cáncer de recto, pero puede emplearse en ciertas situaciones.
  • Terapia dirigida: Se utilizan medicamentos que atacan específicamente las proteínas o los genes involucrados en el crecimiento de las células cancerosas.
  • Inmunoterapia: Ayuda al sistema inmunitario del cuerpo a combatir el cáncer. Se utiliza en un pequeño porcentaje de pacientes con cáncer de colon avanzado.
  • Ablación por radiofrecuencia y criocirugía: Técnicas para destruir tumores pequeños utilizando calor o frío extremo.

La detección temprana a través de pruebas de cribado como la colonoscopia, la prueba de sangre oculta en heces (FOBT) y la prueba inmunoquímica fecal (FIT) es crucial para mejorar las tasas de supervivencia del cáncer de colon, ya que permite identificar y extirpar los pólipos precancerosos antes de que se conviertan en cáncer o detectar el cáncer en sus etapas más tempranas y tratables.

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