El síndrome de Usher es un trastorno genético que afecta tanto la audición como la visión, y en algunos casos también el equilibrio. Es la principal causa de sordoceguera congénita y se hereda según un patrón autosómico recesivo.

Esto significa que una persona debe recibir una copia mutada del gen causante del síndrome de Usher de cada uno de sus padres para desarrollar la enfermedad. Los padres que solo tienen una copia mutada son portadores y no presentan síntomas, pero pueden transmitir el gen defectuoso a sus hijos.

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Síntomas

Los principales síntomas del síndrome de Usher son la pérdida de la audición y la pérdida de la visión por una enfermedad ocular llamada retinitis pigmentaria (RP).

La pérdida de la audición suele estar presente desde el nacimiento o la infancia temprana, y puede variar desde moderada a profunda, dependiendo del tipo y subtipo del síndrome de Usher.

La RP es una degeneración progresiva de las células fotorreceptoras de la retina, que son las encargadas de captar la luz y enviar las señales al cerebro. Causa ceguera nocturna, pérdida de la visión periférica o lateral, y eventualmente pérdida de la visión central o de lectura.

La RP suele manifestarse en la niñez o la adolescencia, pero su progresión y gravedad varían según el caso.

Tipos

El síndrome de Usher se clasifica en tres tipos principales según los genes implicados, los síntomas auditivos y visuales, y la presencia o ausencia de problemas de equilibrio.

  • Tipo 1 se caracteriza por una sordera profunda desde el nacimiento, problemas graves de equilibrio que dificultan el aprendizaje a caminar, y el inicio de la RP antes de los 10 años.
  • Tipo 2 se caracteriza por una pérdida auditiva moderada a severa desde el nacimiento, sin problemas de equilibrio, y el inicio de la RP en la adolescencia o la edad adulta temprana.
  • Tipo 3 se caracteriza por una pérdida auditiva progresiva que comienza en la infancia o la adolescencia, problemas variables de equilibrio, y el inicio de la RP en torno a la pubertad o más tarde.

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Diagnóstico

El diagnóstico del síndrome de Usher se basa en el examen clínico, las pruebas audiológicas y oftalmológicas, y el análisis genético. El examen clínico evalúa los antecedentes familiares, el desarrollo auditivo y visual, y el equilibrio. Las pruebas audiológicas miden el grado y el tipo de pérdida auditiva.

Las pruebas oftalmológicas incluyen un examen de fondo de ojo, una prueba de campo visual, un electrorretinograma (ERG) y una tomografía de coherencia óptica (OCT). El análisis genético identifica las mutaciones específicas en los genes asociados al síndrome de Usher.

Posibles tratamientos

Actualmente no existe una cura para el síndrome de Usher ni para la RP, pero hay tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Estos tratamientos incluyen el uso de audífonos, implantes cocleares, dispositivos ópticos especiales, terapias educativas y rehabilitadoras, y apoyo psicológico. Además, hay varias líneas de investigación en curso para desarrollar terapias génicas, celulares y farmacológicas que puedan detener o revertir la degeneración retiniana.

El síndrome de Usher es un trastorno genético complejo y heterogéneo que requiere una atención multidisciplinaria e individualizada.

El diagnóstico precoz es fundamental para iniciar las intervenciones adecuadas y prevenir complicaciones. Asimismo, es importante brindar información y orientación a las personas afectadas y sus familias sobre las características, el pronóstico y las opciones terapéuticas del síndrome.

Fuente: webconsultas

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