El Skin Care o cuidado de la piel, es algo fundamental. A veces caemos en los excesos, en el intento de mantener nuestra rutina de Skin Care. Deseamos probar todos los productos del mercado; y de esta forma, nos vamos convirtiendo en acumuladores de cremas, sueros, tónicos, mascarillas y más.

Skin Care, ¿qué es?

El Skin Care es el cuidado que le damos a nuestra piel para conservarla sana; con rutinas y productos para que nuestro rostro permanezca sano y luzca fresco. En torno al cuidado de la piel existe infinidad de información, mitos y realidades, que tienen la posibilidad de influir en la elección, a la hora de comprar tus productos de belleza.

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Beneficios del Skin Care

  • Eliminar las impurezas y exceso de grasa
  • Decir adiós a las células muertas
  • Evitar el acné
  • Mantener un brillo sano en la piel
  • Retardar el envejecimiento y la aparición de arrugas
  • Proporcionar una correcta hidratación a la piel

Skin Care según tu tipo de piel

A continuación, te daremos algunas recomendaciones según tu tipo de piel y lo que debes usar de acuerdo a tu caso:

Piel grasa

Si tu piel es grasa, seguramente has elegido productos secantes. Quizás piensas que por tener esta clase de piel es imposible tenerla deshidratada, y que un jabón suave no es lo mejor para ti.

Como tendrás la posibilidad de ver, lo dicho son ciertamente uno de los mitos más frecuentes sobre piel grasa; seguirlos podría empeorar aún más esta condición.

Aun cuando cueste creerlo, una piel grasa podría ser un gran obsequio si logras equilibrar la producción de sebo, ya que éste nos ayuda a combatir ciertas infecciones y además a que las líneas de expresión aparezcan mucho después.

Supone tu rutina como una forma de equilibrar tu rostro y no sencillamente como la supresión de la grasa y comedones; debido a que enfocarte en dichos efectos te lleva a tomar elecciones que no solucionan el problema de fondo.

Rutina de piel grasa

Paso 1:

Limpia de 2 o 3 veces al día tu cara con limpiadores suaves, pero capaces y efectivos, que puedan remover el exceso de grasa y las toxinas de tu piel.

Paso 2:

Hidrata tu rostro luego de lavarlo con productos a base de agua. Si crees que no debes hidratar tu piel por miedo a hacerla más grasa, no es así. Un exceso de grasa puede darse cuando no mantenemos una buena proporción de agua en nuestra piel, o cuando nos limpiamos con productos que la resecan.

Paso 3:

Protege tu piel del sol, la contaminación ambiental y la luz artificial. Este paso debería estar presente para cualquier tipo de piel. Puedes utilizar protectores solares de componentes físicos o químicos. Los protectores físicos tienden a dejar rastro blanco sobre la piel, acorde aumentan el grado de defensa solar; no obstante, resultan más tolerados por las pieles reactivas que los protectores que son transparentes y suaves al tacto.

Piel mixta

Si sientes que es difícil entender a tu piel y definirla en un tipo, es bastante posibleme que sea mixta. El principal desafío, es equilibrar esta condición contradictoria, en medio de las regiones de tu rostro con una mayor producción de grasa y las demás zonas tradicionales o inclusive con resequedad. El desconocimiento nos puede llevar a tratar esta clase de piel como si fuera un sencillo problema de grasa; con ello, secar todavía más ciertas regiones y empeorar la producción de sebo en la piel, al utilizar componentes secantes.

Rutina de piel mixta

Paso 1:

Limpia tu piel dos veces al día, con productos que no resequen las superficies susceptibles a sequedad; pero simultáneamente, que sean efectivos para el control de la producción de sebo en las regiones grasas, sin disrrumpir el manto ácido de la piel. Para lograrlo, te proponemos limpiadores que contengan un pH compatible con tu piel. Casi constantemente, la presentación de dichos productos es líquida.

Paso 2:

Hidratar o humectar: dependiendo de qué tan resecas sean tus regiones secas, tendrás la posibilidad de sencillamente hidratar, o además integrar la humectación. Si no sientes tan reseca ninguna parte de tu piel a lo largo de el día, entonces podrías solo hidratar con sueros o geles luego de cada limpieza. Para eso, se sugiere que la hidratación se haga con elementos que lleven agua a las diferentes capas de la piel. Algunos de esos elementos son films moleculares elaborados a base de fermentos biotecnológicos, sales de zinc, ácido hialurónico vegano y vitamina B5, entre otros.

Si tus piel tiene regiones que tienden a la resequedad y se sienten tiesas o jaladas a lo largo del día, además de hidratar todo el rostro, humecta tus superficies secas con cremas ligeras a base de aceites ricos en ácidos linoleicos o escualanos.

Paso 3:

Protege tu piel del sol cada día con protectores solares a base de elementos físicos o químicos. Los protectores físicos tienden a dejar rastros blancos sobre la piel, según aumenta su grado de protección solar; sin embargo, son más tolerados por las pieles reactivas. Mientras que los protectores químicos son transparentes y suaves al tacto. Busca además protegerte de la contaminación ambiental y la radiación infrarroja, mediante bloqueadores diseñados especialmente para eso.

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Piel seca

El desafío de esta piel es conseguir una mayor elasticidad y luminosidad, así como evitar el enrojecimiento y el picor.

Rutina de piel seca:

Paso 1:

Limpia tu rostro una o dos veces al día, si tu piel es bastante seca, puedes realizarlo únicamente por la noche. Usa  limpiadores que no resequen tu piel, empero, que te proveean de una limpieza idónea. Componentes saponificantes, como por ejemplo lauril sarcosinato, coco betaína o cocoamido betaína, que son benévolos con tu piel. Hablamos de elementos naturales o biotecnológicos que poseen un pH biocompatible con tu piel, evitando de esta forma la resequedad e irritación.

Paso 2:

Hidrata las veces que sea necesario al día, hasta que tu piel obtenga hidratación. Es bastante común sentir la dermis estirada y sin luminosidad, todavía luego de haber puesto crema en el rostro. Esto se puede deber a que las cremas o aceites poseen moléculas enormes, incapaces de penetrar en diferentes capas de la piel. Es por esa razón, que las pieles secas no se pueden saltar el paso de la hidratación.

Paso 3:

Humecta 2 o 3 veces al día. A diferencia de la hidratación que lleva agua al interior de la piel, la humectación crea una barrera defensora que previene la pérdida de agua. Ésta se consigue con cremas o aceites que dejan una capa protectora en el área tratada de tu piel.

Paso 4:

Protege tu piel del sol, la contaminación y luz artificial. Este paso debería estar presente continuamente en cualquier tipo de piel. Puedes utilizar protectores solares de componentes físicos o químicos. Los protectores físicos tienden a dejar rastro blanco sobre la piel según aumentan su grado de defensa solar, empero son más tolerados por las pieles reactivas; mientras tanto que los protectores químicos son transparentes y suaves al tacto.

Una rutina de cuidado de piel mínima y completa es la que incluye tres pasos: desmaquillar y limpiar, hidratar o humectar y proteger.

Los pasos van incrementando en el tamaño en que identificas necesidades concretas de tu piel, como por ejemplo manchas o líneas de expresión. No obstante, tener una rutina que integre varios pasos no asegura que sea la más positiva. Finalmente, los resultados dependen del tipo de elementos que tenga cada producto y el razonamiento existente detrás de la formulación.

En la actualidad hay cada vez más posibilidades que te ofrecen numerosas resoluciones en un mismo producto, lo que ayuda a tu piel y además al medio ambiente al generar y desechar menos tarros.

Hablemos de los 3 pasos básicos para proteger tu piel:

1. Desmaquillar y limpiar 

Elimina siempre todo el maquillaje de tu rostro antes de descansar. Un solo limpiador puede actuar como un todo-en-uno de manera eficaz. La finalidad de esta limpieza es retirar los compuestos orgánicos volátiles que provienen de la contaminación ambiental; así como remover residuos de maquillaje, grasa, toxinas y células muertas.

2. Hidratar o humectar

¿Cuál es la diferencia?

La hidratación ayuda a llevar humedad al interior de nuestra piel mediante sueros o cremas ligeras, mientras que la humectación ayuda a generar una barrera defensora entre la piel y el medio ambiente, evitando que la humedad se desvanezca. La humectación se hace mediante cremas o aceites. Cabe mencionar que quienes poseen piel grasa, común o piel jóven, tienen la posibilidad de desentenderse de la humectación.

3. Proteger la piel de agresores externos

Este paso ayuda a protegernos de los primordiales agresores externos que perjudican nuestra piel, como por ejemplo los rayos UV, la contaminación ambiental o la luz solar o artificial.

No es común hallar un producto que nos salvaguarde de todo lo mencionado a la vez; los bloqueadores solares, generalmente, no nos protegen ni de la luz azul de los dispositivos electrónicos ni de la contaminación ambiental.

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Skin care para hombres

Cuando hablamos de hombres, lo fundamental es conservar rutinas prácticas y efectivas. Aun cuando la piel del hombre es más gruesa que la de la mujer, los componentes de los que se ven beneficiados los dos sexos son los mismos. Por cierto, hay marcas que han roto el mito de que hombres y mujeres no tienen la posibilidad de utilizar los mismos productos, tal es la situación de Nuda Est.

Esta tendencia se le llama Genderless Skin Care y tiene que ver más con la utilización de componentes activos benéficos para las diversas necesidades de la piel.

Las funcionalidades primordiales de Skin Care para hombres son realmente las mismas que para cada una de las rutinas: limpieza, hidratación o humectación, así como defensa de agentes agresores externos.

Paso 1:

Constantemente vas a hacer este aseo. Es común que los hombres presenten una alta producción de grasa, por lo cual limpiar el rostro de 2 a 3 veces al día es primordial. Se sugiere realizarlo al despertar, luego de hacer ejercicio y antes de irse a descansar. Busca componentes como carbón activado para una máxima limpieza, evita productos con sulfatos, colorantes y aromas, por su impacto sensibilizante e irritante.

Paso 2:

Se basa en hidratar. Cuando la piel tiende a ser grasa y no se siente a lo largo de el día reseca o jalada, se puede optar por hidratar con sueros o geles ligeros que logren tener, además, efectos calmantes luego de rasurar con elementos como la pimienta de tasmania. En caso de que la dermis tienda a resecarse o inicie a exponer líneas de expresión, va a ser necesario utilizar cremas capaces de hacer una doble funcionalidad de hidratación y humectación.

Paso 3:

Protege la piel del sol, con bloqueadores de al menos un FPS de 40. Este paso debería estar presente diariamente. Busca bloqueadores diseñados para protegerte de la contaminación y luz artificial proveniente de pantallas electrónicas.

Fuente: info.nudaest

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A tu salud…