Antes de venir del plano del espíritu y encarnar en este cuerpo físico, nuestra alma crea pactos o contratos con otras almas

Venimos con nuestra tribu de almas – Imagen superior de Chil Vera en Pixabay

Estos pactos tratan de lecciones que debemos aprender para seguir caminando y evolucionando en nuestra ascensión del espíritu a la Fuente, hasta santificarnos o purificarnos por completo y fusionarnos como un rayo de luz eterna nuevamente.

En las regresiones he visto distintas y hermosas expresiones de la forma como las almas, en el plano etérico y astral, se reconocen, se encuentran y acuerdan volver a este plano nuevamente.

Tuve la oportunidad de hacer la regresión a dos jóvenes que son entre sí grandes amigas. Y fue hermoso poder presenciar como ambas -sin haber tenido una experiencia previa de regresión- se cruzaron en el plano de la luz de forma muy similar

Su sabiduría e intuición en ese plano las llevaba a buscarse y al encontrarse se reconocían. Sentían inmenso júbilo y amor, encontrándose como esferas de luz en ese estado puro de sus almas sin cuerpo físico. Y allí, en un espacio celestial tomaban la decisión de encontrarse en su siguiente vida. Ya habían ocupado otros roles familiares en vidas anteriores y seguían queriendo reconocerse y encontrarse en su siguiente encarnación, junto a otras almas que también conocían.

Hay almas que viajan con nosotros por miles de vidas. Esa es nuestra verdadera tribu de almas gemelas, como ha sido en el caso de estas jóvenes

En la mayoría de mis regresiones, pido a la persona que al estar en otra vida con las personas cercanas en que habita en ese otro lugar y tiempo, les mire a los ojos, para ver si puede reconocer a alguien que ya conozca de esta vida.

Venimos con nuestra tribu de almas
Imagen de Chil Vera en Pixabay

Y es hermoso poder comprobar como efectivamente los ojos son el portal del alma.

Al mirar unos pocos segundos a alguien en la profundidad de sus ojos, sentimos y reconocemos su esencia; eso que somos y habita dentro, que es inmortal y nos llevamos luego de irnos de este traje físico temporal.

Entonces me relatan y me cuentan: – es mi hermano! – es mi abuelo! , o – es mi mamá! – es mi esposo! – es mi hija!, etc. A veces con lágrimas y muy conmovidos. A veces, con una sabiduría serena de algo que su alma ya sabe claramente y simplemente está recordando en ese estado nuevo de su consciencia.

Poder vivir y sentir esto con tanta claridad en una regresión, nos ayuda a entender con profundidad de qué tratan nuestras conexiones, nuestros vínculos, nuestros pactos y sus aprendizajes. Y también nos ayuda a entender quiénes son nuestros grandes amores; esos amores que sí son eternos y nos llevamos por siempre, dentro y fuera de este encuentro presente vital.

Con otras almas más bien nos cruzamos algunas veces, y se sienten como vínculos poco profundos o relevantes, que no generan en nosotros movimientos emocionales interesantes, apasionantes o retadores

Incluso con algunas almas llegamos a ver cómo han sido familias, parejas, padres, y que en la vida presente ya no representan conexiones relevantes, sino que quedan como viajeros temporales de épocas y aprendizajes muy previos a la encarnación actual. Esas son almas con las que ya no hay conexión o vínculo amoroso ni emocional importante, y por tanto, ya no pertenecen a nuestra tribu.

Nuestras almas gemelas son más bien esos seres que nos enseñan con su presencia, y nos mueven significativamente a nivel emocional, para bien y para mal, porque nos generan retos de crecimiento personal.

Venimos con nuestra tribu de almas
Imagen de Chil Vera en Pixabay

Cuando la vida te pone frente a sus grandes dilemas, sus grandes lecciones éticas y de amor, los personajes que están siendo parte de esas escenas, de ese guión, son tus almas gemelas

Entonces, aunque te duela una situación, ese dolor traerá consigo una resolución, un gran aprendizaje que, una vez resuelto y alcanzado, liberará el dolor.

Hay algo que se suelta, que se respira, y todo aquello que debías entender de ti mismo, de los otros, de la vida y la existencia, toda esa sabiduría capitalizada, quedará integrada en tu corazón. Y tu alma crecerá, se amplificará, se expandirá en su amor incondicional, en su libertad y en su consciencia ética y general.

Y allí, en esas conexiones, encontrarás parte importante del Divino Misterio de tu propia existencia.

Somos A tu salud… ¡Salud por todos los medios!