Una investigación reciente, liderada por Carlos Pardo Pastor del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la Universidad Pompeu Fabra, en colaboración con científicos del Reino Unido, ha arrojado luz sobre la posible relación entre la acumulación de errores en los procesos de cicatrización y reparación de tejidos, y el desarrollo de enfermedades inflamatorias, cáncer y fibrosis.
Este estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Science, se basa en una revisión exhaustiva de más de 150 artículos científicos publicados a lo largo de los últimos 150 años. El objetivo principal de los investigadores era ampliar la perspectiva más allá de las mutaciones genéticas, para comprender mejor el origen de estas patologías y desarrollar nuevas estrategias de tratamiento y prevención.

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El papel de la cicatrización en el desarrollo de enfermedades
Los avances en las tecnologías de secuenciación han permitido a los investigadores detectar alteraciones en genes, moléculas y otras señales biológicas que intervienen en la curación de heridas y la cicatrización. Estos procesos comparten características con muchas enfermedades crónicas, como la fibrosis, la inflamación y el cáncer.
Si bien se ha avanzado en la identificación de mutaciones genéticas relacionadas con estas enfermedades, los investigadores señalan que estas mutaciones no son suficientes para explicar su aparición ni para encontrar una cura definitiva. De hecho, muchas mutaciones relacionadas con el cáncer también están presentes en tejidos sanos sin provocar la enfermedad.
Factores ambientales y la reparación de tejidos
Los investigadores proponen que uno de los factores ambientales que influyen en el desarrollo de estas enfermedades es la activación de los procesos de reparación de tejidos. Cuando la piel u otro tejido del cuerpo sufre daños, se desencadenan respuestas inflamatorias, fibróticas y de proliferación celular para regenerar el tejido.
La inflamación activa el sistema inmunitario para eliminar patógenos, la fibrosis contribuye a la reparación rápida de la zona afectada y las células epiteliales proliferan para cubrir la lesión. Sin embargo, si este proceso falla, pueden surgir diferentes problemas:
- Pérdida de más células funcionales de las que se regeneran.
- Formación excesiva de tejido cicatricial.
- Crecimiento celular descontrolado que podría volverse resistente y propagarse a otras partes del organismo.
La influencia de factores ambientales en la cicatrización
Según los autores del estudio, factores ambientales como la exposición a sustancias irritantes, la contaminación, los microplásticos, infecciones por virus o bacterias, e incluso lesiones provocadas por golpes o traumatismos, pueden influir en que estos procesos de reparación acumulen errores con la edad, dejando cicatrices más evidentes y afectando la función celular. Estos cambios podrían estar en la base de enfermedades como la inflamación crónica, la fibrosis y el cáncer.
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Recomendaciones para una cicatrización saludable
Si bien la investigación sobre la relación entre la cicatrización y el cáncer y la fibrosis aún está en curso, es importante tomar medidas para promover una cicatrización saludable de las heridas:
- Limpia la herida con agua y jabón suave.
- Aplica un vendaje limpio y seco para proteger la herida de la suciedad y las bacterias.
- Evita rascar o frotar la herida.
- Mantén la herida hidratada con una crema o ungüento cicatrizante.
- Sigue las instrucciones de tu médico para el cuidado de la herida.
La investigación sobre la relación entre la cicatrización de heridas y el cáncer y la fibrosis es un campo prometedor que podría conducir a nuevas estrategias de prevención y tratamiento de estas enfermedades. Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre la cicatrización de una herida, consulta a tu médico.

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