Una reciente investigación ha desvelado un fascinante mecanismo por el cual el ejercicio físico mejora la eficacia de la inmunoterapia contra el cáncer
Se ha descubierto que la actividad física induce cambios en la microbiota intestinal, lo que lleva a las bacterias a producir un metabolito específico que, a su vez, potencia la respuesta inmune del organismo y frena el crecimiento de los tumores. A continuación, conoce cómo y por qué el ejercicio potencia la inmunoterapia. (Imagen superior de Ivan Samkov en Pexels).

El Vínculo entre Ejercicio, Microbiota e Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento contra el cáncer que ayuda al propio sistema inmunitario del cuerpo a combatir las células cancerosas. Aunque ha revolucionado el tratamiento de muchos tipos de cáncer, no siempre es efectiva en todos los pacientes. Este nuevo estudio sugiere que el ejercicio podría ser una forma de aumentar su éxito:
- Ejercicio y Microbiota Intestinal: La investigación indica que el ejercicio regular modula la composición y función de la microbiota intestinal (la comunidad de billones de microorganismos que viven en nuestro intestino). Esto significa que la actividad física favorece el crecimiento de ciertos tipos de bacterias beneficiosas y la actividad de otras, alterando el equilibrio microbiano.
- Producción de Metabolitos Beneficiosos: Como resultado de estos cambios en la microbiota, las bacterias intestinales comienzan a producir un metabolito específico. Aunque el estudio no detalla el metabolito en el fragmento original, este compuesto actúa como un mensajero clave.
- Potenciación de la Respuesta Inmune: Este metabolito, una vez en el organismo, potencia la capacidad de las células inmunitarias para reconocer y atacar las células cancerosas. Actúa como un «impulsor» para el sistema inmune, haciéndolo más agresivo y eficaz contra el tumor.
- Freno al Crecimiento Tumoral: El resultado final de esta cascada de eventos (ejercicio -> microbiota modificada -> metabolito -> sistema inmune potenciado) es una reducción en el crecimiento de los tumores.

Implicaciones y Futuras Direcciones
Este hallazgo es de gran relevancia por varias razones:
- Complemento a la Inmunoterapia: Sugiere que el ejercicio no es solo un hábito saludable general, sino una intervención coadyuvante que podría prescribirse junto con la inmunoterapia para mejorar sus resultados.
- Enfoque de Medicina Integrativa: Abre la puerta a estrategias de tratamiento más holísticas que combinan terapias farmacológicas con intervenciones en el estilo de vida.
- Investigación en la Microbiota: Refuerza la creciente evidencia sobre la profunda influencia de la microbiota intestinal en la salud y la enfermedad, incluyendo la respuesta al cáncer y sus tratamientos. Podría llevar al desarrollo de probióticos específicos o dietas para optimizar la respuesta a la inmunoterapia.
- Diseño de Ensayos Clínicos: Este descubrimiento podría impulsar ensayos clínicos para determinar la dosis y el tipo de ejercicio óptimos para pacientes con cáncer que reciben inmunoterapia.

En resumen, este estudio ofrece una perspectiva emocionante sobre cómo algo tan accesible como el ejercicio puede influir positivamente en tratamientos complejos. Como con la inmunoterapia, con lo cual se abren nuevas vías para mejorar la lucha contra el cáncer.
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