La idea de que el baño o la ducha justo después de las comidas puede cortar la digestión es un mito muy extendido, pero los estudios médicos y la fisiología humana no lo respaldan
No hay una base científica sólida que respalde la creencia popular de que es necesario esperar 2 horas para bañarse después de comer. (Imagen superior de Elina Fairytale en Pexels).

¿De dónde viene esta creencia?
Esta idea se originó de la teoría de que, al tomar un baño, el cuerpo desvía el flujo sanguíneo hacia la piel para regular la temperatura, lo que supuestamente «roba» sangre al sistema digestivo y entorpece la digestión.

Sin embargo, en un cuerpo sano, el organismo es perfectamente capaz de gestionar ambos procesos simultáneamente sin ningún problema. El flujo sanguíneo en el sistema digestivo se mantiene constante y prioritario durante la digestión, y el cuerpo ajusta la circulación en otras áreas de forma eficiente para mantener el equilibrio.
La verdad sobre la digestión y el baño
La digestión es un proceso complejo que comienza en el momento en que comes y dura varias horas. Tomar un baño o una ducha no lo detiene ni lo interrumpe. No hay evidencia de que el riesgo de sufrir calambres o indigestión aumente significativamente por esta actividad.
Sin embargo, hay ciertos matices que sí se deben considerar:
- Baños con agua muy fría: Sumergirse en agua extremadamente fría podría causar una reacción de choque en el cuerpo y, aunque no interrumpe la digestión, puede generar un cambio brusco en la circulación que no es recomendable, especialmente en personas con problemas cardíacos.
- Baños con agua muy caliente: Los baños muy calientes o prolongados pueden hacer que el cuerpo se relaje en exceso, provocando una leve caída en la presión arterial. Esto podría causar una sensación de mareo, especialmente si has comido en exceso, pero no tiene relación con el proceso digestivo.

En conclusión, para una persona sana, tomar una ducha o un baño después de comer no representa un riesgo. Lo importante es escuchar a tu cuerpo y evitar los cambios bruscos de temperatura o actividades que te hagan sentir incómodo, pero el mito de las 2 horas no tiene validez científica.
Información relacionada en SaberVivir
Somos A Tu Salud… ¡Salud por todos los medios! ¡Síguenos en nuestras redes sociales!