La actividad física ha sido universalmente reconocida como un pilar esencial para la salud cardiovascular. Sin embargo, una investigación reciente revela una fascinante diferencia de género en la forma en que el cuerpo procesa y aprovecha los beneficios del ejercicio. Descubrir esta eficiencia biológica en las mujeres podría cambiar la forma en que enfocas tu rutina de fitness y redefinir las recomendaciones de salud pública.
Un amplio estudio que analizó a más de 85.000 participantes ha puesto de manifiesto que el corazón femenino es extraordinariamente sensible al ejercicio. Siendo más precisos, las mujeres pueden obtener una protección cardiovascular similar a la de los hombres invirtiendo significativamente menos tiempo en actividad física. Este hallazgo subraya la importancia de tener una perspectiva de género en las guías de salud.

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La brecha de la dosis mínima
Los datos del estudio son reveladores al cuantificar la diferencia en la «dosis» de ejercicio necesaria para proteger el corazón. Esta eficiencia femenina se traduce en un umbral más bajo para alcanzar una reducción significativa del riesgo de enfermedad coronaria.
- Para lograr una reducción del 30% en el riesgo de enfermedad coronaria, las mujeres necesitaron solo 250 minutos semanales de actividad moderada a vigorosa.
- Los hombres, para alcanzar la misma reducción del 30%, requirieron una inversión de tiempo de aproximadamente 530 minutos semanales.
- Incluso con 150 minutos a la semana, las mujeres registraron una reducción del riesgo coronario del 22%, superando el 17% observado en hombres.
Esta disparidad sugiere que tu cuerpo está optimizado para maximizar el retorno de cada minuto que dedicas a moverte.
Posibles causas de la eficiencia
Aunque las razones exactas de esta mayor eficiencia se siguen investigando, los especialistas manejan varias hipótesis. Estas diferencias podrían estar relacionadas con factores fisiológicos y metabólicos propios de tu sexo.
La Dra. Emily Lau, experta en salud cardiovascular femenina, ha señalado que existen diferencias en las respuestas fisiológicas al ejercicio. Posibles factores incluyen las hormonas sexuales, la composición corporal y el metabolismo de la grasa.
El músculo femenino, por ejemplo, podría ser más eficiente en la quema de grasa. También se postula que el tamaño promedio del cuerpo podría jugar un rol en la mayor efectividad del esfuerzo físico.
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Implicaciones para tu rutina
Entender esta brecha de género debe ser una motivación para ti, no una excusa. El mensaje clave es la gran rentabilidad que obtienes al ser constante.
No necesitas agotarte para beneficiar a tu corazón. La constancia es más valiosa que la intensidad extrema o la duración prolongada.
Considera combinar ejercicio aeróbico con entrenamiento de fuerza, ya que este último también mostró una alta protección en mujeres. Recuerda que la actividad física es una medicina personalizada.
El especialista recalca la necesidad de incorporar estos hallazgos a las recomendaciones médicas. Tu objetivo debe ser establecer una meta mínima de movimiento semanal que te resulte sostenible y placentera.

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