Una guía de bienestar para el año nuevo
Propósitos de salud | Imagen superior de Andrea Piacquadio en Pexels
El inicio de un ciclo anual representa una oportunidad para reevaluar los hábitos cotidianos. La salud no debe entenderse únicamente como la ausencia de enfermedad sino como un estado completo de bienestar físico, mental y social.

Para lograr una mejora significativa es fundamental establecer metas realistas y progresivas que puedan sostenerse a lo largo del tiempo.
Fortalecimiento de la salud física
El mantenimiento del cuerpo requiere atención en tres pilares fundamentales que son la nutrición, el movimiento y el descanso.

Un consejo práctico para la hidratación consiste en calcular el consumo de agua necesario según el peso corporal. La recomendación general es ingerir treinta y cinco mililitros de agua por cada kilogramo de peso. Por ejemplo, una persona de setenta kilogramos debe multiplicar setenta por treinta y cinco, lo que resulta en dos mil cuatrocientos cincuenta mililitros o dos coma cuarenta y cinco litros diarios.

En cuanto al ejercicio, la Organización Mundial de la Salud sugiere realizar al menos ciento cincuenta minutos de actividad física moderada a la semana. En general, esto se puede dividir en sesiones de treinta minutos durante cinco días. El descanso también es vital; dormir entre siete y ocho horas permite la regeneración celular y la consolidación de la memoria.
Atención a la salud mental y cognitiva
Como sabes, la salud mental se beneficia de la reducción de estímulos estresantes y el fomento del aprendizaje continuo. Un hábito efectivo es limitar el tiempo frente a pantallas al menos una hora antes de dormir para evitar la luz azul que interfiere con la melatonina.

Además, dedicar veinte minutos diarios a la lectura o al aprendizaje de una nueva habilidad mantiene la plasticidad cerebral.

Generalmente, establecer límites claros en el entorno laboral y personal ayuda a prevenir el agotamiento. La práctica de la atención plena o meditación durante diez minutos cada mañana puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, mejorando la concentración durante el resto de la jornada.
Estabilidad y autoconocimiento emocional
El bienestar emocional implica reconocer y gestionar las sensaciones internas de manera saludable. Una técnica recomendada es llevar un registro de gratitud donde se anoten tres aspectos positivos del día. Esto ayuda a reentrenar el cerebro para enfocar la atención en eventos favorables.

Fomentar conexiones sociales de calidad es otro factor determinante. Mantener conversaciones profundas con amigos o familiares fortalece el sistema de apoyo emocional.

Es importante recordar que buscar ayuda profesional de un psicólogo no debe verse como una señal de debilidad sino como una herramienta proactiva para el crecimiento personal.
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