Una de las energías más poderosas que tenemos para atraer cosas buenas a nuestra vida es la gratitud. Sin embargo, en muchos casos agradecer no es nuestro hábito sino más bien la queja, el juicio y la crítica. ¿Quieres cambiar tu forma de actuar y crear milagros maravillosos en tu vida? Pues aquí te cuento cómo lo he logrado.

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De criticar a agradecer

Con frecuencia digo que en este cuerpo físico he vivido unas tres vidas. Me refiero a que soy tan distinta a quien fui que a pesar de que me sigo llamando igual, pareciera que casi nada de mi conducta se parece a la Carla de mis 20 años por ejemplo. En ese entonces era la persona más crítica y quien más juzgaba, a todos y a todo.

Se sentía bien criticar a los demás, una especie de fresquito interno. Era la voz de mi ego diciendo: yo soy mejor, yo sé más que tal o cual persona. Ahora que conozco lo que sé, puedo ver que en mí había una autoestima frágil y necesitaba sentirme mejor que los demás para compensar mis propias inseguridades.

En la medida que hice mi trabajo para fortalecer mi autoestima, llenarme de amor por mí, de aceptación y reconocimiento por la persona que era, pude mirar con ojos de más amor a la gente y al mundo en general. Me di cuenta que tanto juicio y crítica no me hacían feliz ni nutrían mis relaciones. Así que me comprometí conmigo a mirar con ojos de gratitud y valoración a todos y a todo.

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No fue un cambio de la noche a la mañana. En muchos casos requirió de todo mi esfuerzo y consciencia para no caer en los viejos hábitos. Sin embargo, cuando veo hoy mi vida, la siento tan rica y eso me satisface tanto. Me siento tan afortunada, que no queda sino seguir agradeciendo. Todas mis relaciones se han vuelto armoniosas. El conflicto ya no forma parte de mi vida. Percibo mi vida como una sucesión de milagros, uno tras otro.

La gratitud es una actitud y una energía

El mundo es mucho más de lo que podemos ver con nuestros ojos. El mundo físico está compuesto de materia, pero hay otro mundo que es más sutil y no siempre perceptible. Es el mundo de la energía, a partir del cual se crea la materia.

Siempre estamos creando y manifestando experiencias y relaciones, todo a partir de nuestra energía. Sin embargo, lo que hace que la energía se colapse en determinada experiencia es la vibración. Emociones de alta vibración, crean buenas experiencias y relaciones pacíficas. Mientras que emociones de baja vibración, crean conflicto, sufrimiento y escasez. Ahora, lo que hace que vibres de determinada manera y así manifiestes tus experiencias son tus pensamientos que se traducen en una emoción. Esta emoción es la que produce la vibración.

Las emociones de vibración más elevada son el amor y la gratitud. También están la alegría y la compasión. Por otro lado están las emociones que producen energía de baja vibración. Allí están la rabia, la tristeza, la desesperanza y el resentimiento.

Imagina el mundo como un gran menú, donde todo es posible. Allí está la escasez y la abundancia, la salud y la enfermedad, las personas amorosas y las conflictivas, los trabajos productivos y aquellos monótonos. En el mundo existe todo. Ahora lo que hace que tú atraigas una u otra experiencia o un tipo determinado de persona, es tu energía, que como te dije, es la consecuencia de tu pensamiento.

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Así que cuando eliges a consciencia cultivar una actitud de gratitud tu energía le dice al universo: dame más de esto. Por tanto, experimentas más y más experiencias que te hagan sentir gratitud.

Todo lo bueno está dispuesto para ti cuando eliges agradecer

Para salir de tu mente crítica es preciso re-entrenar la mente. Eso significa que eliges ver y enfocarte en las cosas buenas, las que agradeces. Empiezas por ejemplo con las cosas obvias, aunque muy, muy valiosas, como por ejemplo la vida. Inicias el día agradeciendo el gran regalo de haber despertado. Luego agregas a lo largo tu día observar otras cosas por las cuales te sientes agradecida(o). Incluso puedes hacer una lista: el lugar donde duermes, tu familia o afectos, tu trabajo. Al principio no será natural, tienes que hacer el hábito. Podría ser útil poner una alarma en tu celular para acordarte de hacer ese ejercicio varias veces al día.

Y puede ser que en la medida en que decides enfocarte en eso, tu mente juegue contigo. Por ejemplo quieres agradecer tu carro y tu mente dice: «pero esta viejo». Cuando te das cuenta de ello, vuelves a pensar en lo que tienes para agradecer y sobre todo sientes esa agradable sensación de sentirte afortunada(o).

Así en la medida en que desarrollas esa actitud de gratitud, tu energía vibra distinto y atrae distintas experiencias y personas. Es decir, que encuentras nuevas razones y experiencias para agradecer.

Llegará un momento donde tu día tendrá miles de razones por las cuales agradecer. Eso es lo que deseo para ti. ¡Vamos! Cultiva esa actitud, vibra en gratitud y crea todo lo maravilloso que quieres para ti.

A tu salud…