Para una persona sana, el consumo de agua a baja temperatura no es perjudicial, aunque puede causar una sensación temporal de incomodidad en algunos casos

Agua Fría y Digestión | Imagen superior de Andrea Piacquadio en Pexels

La creencia popular de que beber agua muy fría es malo para el estómago es un tema que ha circulado durante años. La ciencia, sin embargo, nos ofrece una visión más matizada.

¿Qué le sucede a tu cuerpo?

Cuando bebes agua fría, tu cuerpo tiene un mecanismo natural para llevarla a la temperatura corporal (aproximadamente 37 °C). Para lograrlo, el organismo desvía energía y hace que los vasos sanguíneos del estómago se contraigan temporalmente.

Agua Fría y Digestión: La Verdad detrás de los Mitos
Agua Fría y Digestión: La Verdad detrás de los Mitos – Foto de Andrea Piacquadio en Pexels

Este es un proceso normal y no representa un daño significativo para el sistema digestivo de una persona saludable. La sensación de «pesadez» o «malestar» que algunas personas experimentan es, en la mayoría de los casos, una reacción pasajera a este cambio de temperatura.

Mitos vs. Realidad Científica

Existen varios mitos comunes sobre el agua fría que la ciencia desmiente:

  • Mito: Ralentiza la digestión. Aunque puede haber un ligero retraso en el vaciado gástrico, no es un efecto lo suficientemente significativo como para causar problemas digestivos a largo plazo en la mayoría de las gente.
  • Mito: Solidifica las grasas. Esta afirmación es biológicamente imposible. Los jugos gástricos y las enzimas digestivas descomponen las grasas a la temperatura del cuerpo, sin importar si has consumido agua fría.
  • Mito: Causa resfriados o enfermedades. Las enfermedades son causadas por virus y bacterias, no por la temperatura de lo que bebes o comes.

¿Quién debe tener cierta precaución?

Aunque para la mayoría es segura, hay situaciones en las que se recomienda beber agua a temperatura ambiente:

  • Personas con acalasia: Para quienes padecen este trastorno del esófago, beber agua fría puede agravar la dificultad para tragar.
  • Sujetos con migrañas: Los cambios bruscos de temperatura pueden ser un desencadenante para algunas personas propensas a las migrañas.

En resumen, a menos que tengas una condición médica específica, el agua muy fría es una opción segura. De hecho, puede ser beneficiosa para la hidratación, especialmente durante el ejercicio intenso o en climas cálidos.

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