Una alergia alimentaria es una reacción adversa del sistema inmunitario que ocurre poco después de ingerir un determinado alimento. No debe confundirse con la intolerancia alimentaria, que es una respuesta digestiva o metabólica, pero no inmunitaria, a un alimento (como la intolerancia a la lactosa)
En una alergia alimentaria, incluso una cantidad minúscula del alimento problemático puede desencadenar una reacción que va desde leve hasta grave, e incluso poner en peligro la vida. (Imagen superior de cottonbro studio en Pexels).
¿Cómo Funciona una Alergia Alimentaria?
Cuando una persona con alergia alimentaria consume un alérgeno (una sustancia en el alimento que el cuerpo identifica erróneamente como una amenaza), su sistema inmunitario libera una serie de anticuerpos, principalmente la inmunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos desencadenan la liberación de histamina y otras sustancias químicas que causan los síntomas alérgicos.

La reacción alérgica puede presentarse en dos tipos:
- Reacciones mediadas por IgE: Son las más comunes y generalmente de inicio rápido, con síntomas que aparecen minutos u horas después de la ingesta.
- Reacciones no mediadas por IgE: Son menos comunes, de inicio más lento (horas o días después), y no involucran la IgE, sino otras células del sistema inmunitario.
Los Alérgenos Alimentarios Más Comunes
Aunque cualquier alimento puede causar una reacción alérgica, la mayoría de las alergias alimentarias son causadas por un grupo limitado de alimentos, conocidos como los «ocho grandes» en muchos países, y que son responsables de alrededor del 90% de las alergias alimentarias:
- Leche de vaca (especialmente en niños)
- Huevo
- Cacahuetes (maní)
- Frutos secos de árbol (nueces, almendras, avellanas, anacardos, pistachos, etc.)
- Soja
- Trigo (diferente de la intolerancia al gluten o celiaquía)
- Pescado
- Mariscos (camarones, cangrejos, langostas, etc.)
Otros alérgenos importantes pueden incluir sésamo, semillas de mostaza y ciertos cereales.
Síntomas de una Reacción Alérgica
Los síntomas de una alergia alimentaria pueden variar en gravedad y manifestarse de diferentes maneras:
- Cutáneos: Urticaria (ronchas), enrojecimiento de la piel, picazón, hinchazón (angioedema, especialmente en labios, cara, lengua y garganta).
- Respiratorios: Congestión nasal, estornudos, sibilancias (silbidos al respirar), dificultad para respirar, tos.
- Gastrointestinales: Dolor abdominal, calambres, náuseas, vómitos, diarrea.
- Cardiovasculares (en casos graves): Mareos, desmayos, disminución de la presión arterial, pulso débil.

La reacción más grave y potencialmente mortal es la anafilaxia. Esta es una reacción alérgica sistémica y rápida que puede afectar múltiples sistemas corporales, causando dificultad respiratoria severa, hinchazón de garganta, shock y colapso cardiovascular. La anafilaxia requiere atención médica de emergencia y la administración inmediata de epinefrina (adrenalina).
Diagnóstico y Manejo
El diagnóstico de una alergia alimentaria suele involucrar:
- Historia clínica detallada: Preguntas sobre los alimentos consumidos y los síntomas.
- Pruebas cutáneas (Prick Test): Pequeñas cantidades del alérgeno se aplican en la piel para observar si hay una reacción.
- Análisis de sangre: Para medir los niveles de anticuerpos IgE específicos contra ciertos alimentos.
- Pruebas de provocación oral (bajo supervisión médica): Consiste en administrar el alimento sospechoso en un entorno controlado para observar la reacción.
El manejo principal de la alergia alimentaria es la evitación estricta del alimento alérgeno. Esto implica:
- Lectura meticulosa de etiquetas: Verificar ingredientes ocultos o trazas del alérgeno.
- Comunicación: Informar a restaurantes, escuelas, cuidadores y amigos sobre la alergia.
- Plan de acción para emergencias: Las personas con riesgo de anafilaxia deben llevar siempre un autoinyector de epinefrina y saber cómo usarlo.

La alergia alimentaria es una condición seria que requiere conciencia y un manejo cuidadoso para proteger la salud y la vida de quienes la padecen.
Es crucial distinguir la alergia alimentaria de la intolerancia alimentaria, aunque ambas involucren una reacción adversa a un alimento
La alergia alimentaria es una respuesta del sistema inmunitario a una proteína que el cuerpo percibe como una amenaza, desencadenando la liberación de anticuerpos y sustancias como la histamina, con síntomas que pueden ser leves o graves e incluso poner en riesgo la vida.
En contraste, la intolerancia alimentaria es una respuesta no inmunitaria, a menudo relacionada con problemas digestivos o metabólicos (como la falta de una enzima para digerir un componente del alimento, por ejemplo, la lactosa), y sus síntomas son generalmente gastrointestinales y menos severos, sin implicar un riesgo vital.
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